Tan condenable es el cabildeo oficioso que busca exonerar de toda culpa a los militares homicidas de la responsabilidad evidenciada en los videos de Parabólica.MX en Palmarito, como quien pretende la victimización de los delincuentes en “El Triángulo Rojo”.
¿Quién mueve la silla detrás de la filtración del militar que dispara en contra de un civil, para luego difundirla en plataformas digitales y que encendió focos rojos en la Secretaría de Gobernación y en la Defensa Nacional?
El martes que fue entregado a varios medios el material en video, entre quienes está Parabólica.MX, las imágenes de la ejecución ya estaban en un canal de YouTube y un ejército de bots hacía su tarea para convertir en tendencia lo sucedido en Palmarito Tochapan el 3 de mayo.
La estrategia está en marcha y detrás de ella hay un manto que parece haberse preparado para este momento.
Solo para tener un parámetro de lo sucedido: Un audio que un empresario de la zona de “El Triángulo Rojo” con capacidad para facturar legalmente 1 millón de dólares al mes y que este reportero escuchó, no deja lugar a duda, cuando reacciona sobre la reiterada revelación de la identidad del jefe de plaza en la prensa nacional.
¿Quién mencionó el nombre del patrón?, dijo la voz detrás de los micrófonos que registró en todo momento esa conversación, desconocida hasta ahora.
Y cómo no, pues desde que en 2015 fueron detenidos los mandos policiacos del exsecretario de Seguridad, Facundo Rosas y que directamente protegían a los ladrones de combustible vinieron las ejecuciones, enfrentamientos y todo lo demás.
Alguien con capacidad económica, de operación y logística, consiguió colocar otra vez en el centro de atención nacional la actuación de las fuerzas federales en operativos en Palmarito Tochapan para generar confusión o temor en redes sociales y dejar espacios de opinión para a la dirigencia nacional morenista.
Una versión de la historia miente a todas luces. La otra cuenta su verdad según se puede analizar.
¿Cada quién lo suyo?