Si de subirse al carro del oportunismo en tiempos electorales se trata, Rafael Moreno Valle sabe cómo hacerlo. Lo ha demostrado a lo largo de su trayectoria política, una y otra vez.

No fue capaz de colocar un solo mensaje de consuelo en sus redes sociales para quien dijo acompañaría, la derrotada Josefina Vázquez Mota en el Estado de México que cayó hasta el cuarto lugar en preferencia electoral.

Anoche, a las 22:20 horas, el aspirante a la candidatura presidencial del PAN subió dos tuits. En el primero de ellos con el virtual triunfador, Antonio Echevarría y donde aparecen dos figuras de la corriente “Los Chuchos”, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete.

Su aparición en ese estado costero del Pacífico mexicano obedeció a una lógica elemental: buscaba quitarle un trozo de fama a su rival en la contienda interna rumbo a la presidencia, Ricardo Anaya, el dirigente nacional que también desea ser abanderado.

La intención evidente en ese contexto es única: el triunfo de Echevarría tiene varios padres y uno de ellos fue el exmandatario de Puebla; la derrota de Vázquez Mota no tiene madre, como sucede en la actividad política.

Lo que seguirá después de la aparición de Moreno Valle en Nayarit como el facilitador del triunfo del aliancista Echevarría será difundir la idea de que solo hay triunfos en el camino del propio Moreno Valle, aunque se trate de una verdad a medias.

Para Anaya, solo la culpa y responsabilidad por haber perdido la llamada joya de la corona: el Estado de México, por la pobreza en la captación de votos de su candidata.

Gana Moreno Valle y pierde el dirigente nacional del PAN; en una tercera vía estará Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, salvo por una circunstancia elemental: no existió ayer una sola imagen de la exprimera dama con el ganador Echevarría.

El corte de caja del proceso electoral de este 4 de junio, cuyo balance parece ser deficitario para el queretano, será una catapulta política para Moreno Valle en su carrera por alcanzar la candidatura a la presidencia en 2018.

No es la primera vez que el exmandatario construye escenarios a modo para poder lograr sus aspiraciones. En esta ocasión consiguió extender la vigencia de sus propósitos en un periodo que resultará decisivo.

En menos de 90 días comenzará formalmente el proceso electoral federal de 2018. Para cuando llegue septiembre, ya deberá haber una mayor definición en los partidos que tienen hasta tres competidores.

Moreno Valle, el aspirante a quien solo sus subalternos le ven probabilidades, se juega su resto, como promover su propia imagen al lado del candidato panista ganador en Nayarit, aunque se trate de uno de los estados más pequeños del país.