En el staff de la oficina del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, tienen claro: “Quien puede lo más, puede lo menos”.
Tienen como Plan A la candidatura presidencial y como Plan B la candidatura al gobierno del estado de Puebla. Nuño Mayer tiene raíces profundas en Puebla, aunque haya nacido en la Ciudad de México.
Lo contó al reportero hace unos días una fuente con acceso a círculos de poder en la Ciudad de México, lo que en un principio pareció una idea lejana, casi inasible por la remota posibilidad ante el evidente desapego a la poblanidad, ha cambiado.
Ahí yace la idea entre el círculo cercano del integrante del gabinete de Enrique Peña Nieto, que ha recobrado un vigor inusual en la esfera mediática este servidor público que un día presume los resultados de la reforma educativa, al día siguiente la evaluación magisterial de estados del país con un pasado combativo como Chiapas, Guerrero o Oaxaca, luego la impartición de clases de inglés en el aula pública y hasta el hallazgo de cientos de plazas que eran usadas por aviadores.
Cientos de miles de correos electrónicos han salido de su bandeja de envíos para millones de ciudadanos con cuentas personales para ofrecer detalles del calendario escolar, personalizados en un tono afable y cordial.
Nuño en la tele, en la radio y las plataformas digitales. Nuño, quien fue llevado por Luis Videgaray con Peña Nieto desde que despachaba en Palacio de Gobierno en Toluca tiene luz verde de su jefe para correr y ser evaluado. En esas anda.
Así lo leyó Pedro Cabañas Reynal, ejecutivo de TV Azteca Puebla y analista en ElToper.MX que decidió hacer una disección de este secretario de Estado, convertido en presidenciable desde que dejó la jefatura de la Oficina del Presidente de la República.
De acuerdo con el analista, la familia de Nuño Mayer “es pues poblana de hueso colorado, reconocida y querida en esta tierra” y más aún “él no estaría impedido legalmente para ser candidato del PRI”.
Las hipótesis que se tejen tienen aún mayor peso a la luz de la posibilidad de que Miguel Ángel Osorio salga de Gobernación en los próximos días para ir a Desarrollo Social, plataforma casi natural para ser candidato del PRI a la Presidencia; en una suma de todos y para conservar los equilibrios entre grupos, el de Videgaray deberá conservar una cuota de poder como rige la práctica política.
La candidatura al gobierno de Puebla, entre otras entidades no es un mal acuerdo para ninguna de las dos cabezas dominantes en el equipo de Peña Nieto.