El problema son los números, ciencia exacta que se sostiene de eso: cifras, libres de interpretación y subjetividad.
Por eso ayer que Rafael Moreno Valle dijo a Ciro Gómez Leyva que la firma de Miguel Ángel Porrúa había financiado la campaña de su libro, La Fuerza del Cambio, las dudas volvieron a surgir, pues se trata de una versión poco creíble, casi insostenible.
“La promoción de mi libro la pagá Miguel Ángel Porrúa, a mí sólo me pagaron por escribirlo”, respondió al titular de la emisión noticiosa matutina en Grupo Fórmula y de inmediato la danza de los números comenzó a rodar.
Y es que la intensa campaña de promoción de ese libro abarcó casi 35 anuncios espectaculares por estado de la República. Por ejemplo un testigo que trabajó en la oficina de Memo Rentería, el publicista del gobernador Jaime Rodríguez, El Bronco, contabilizó ese número de espectaculares en diversas carreteras de Nuevo León.
Iban desde la zona metropolitana hacia el norte en Ciudad Alemán; rumbo a Cadereyta, al este y a Saltillo, en el sur. En Tamaulipas, Sonora y Sinaloa, igual. Hacia el Bajío, centro y sur del país, inundaron con la presencia del exgobernador.
La suma conservadora es de mil 120 anuncios, cuyo costo promedio es de 40 mil pesos mensuales, lo que habría significado una erogación para la editorial de 44 millones 800 mil pesos.
Hace algunas semanas Miguel Ángel Porrúa especificó que hubo dos ediciones de La Fuerza del Cambio, cada una de 30 mil ejemplares. Un total de 50 mil fueron enviados a las estanterías de las librerías en México y 10 mil más fueron vendidos en línea.
Producto de las ediciones impresas adquiridas por los ávidos lectores, la firma editora pudo haber visto 10 millones de pesos, pues el libro terminó por ser vendido a 200 pesos cada uno; más otro millón 800 mil por concepto de venta en la web: Amazon, por ejemplo.
No se incluyen gastos de producción como diseño, papel, edición. Un escritor que por ahora ha publicado cuatro novelas en la editorial Alfaguara explicó al reportero que sólo a personajes de la literatura mundial como el peruano nacionalizado español, Mario Vargas Llosa, recibe anticipos por concepto de su trabajo literario, pues su editor sabe que se trata de un escritor que vende y mucho cada vez que aparece una nueva novela de este Nobel de Literatura.
Otros personajes mediáticos pueden repetir la dosis. Chumel Torres o Jordi Rosado, por ejemplo. No por su calidad literaria, sino porque son personajes altamente mediatizados que ofrecen garantías de venta aunque sus libros sean chafas. El escándalo también ofrece regalías, pues.
En ese casillero debe ubicarse La Fuerza del Cambio. El editor pudo haber apostado por un producto, más que por una aportación al conocimiento, la ciencia política o la literatura.
Rafael Moreno Valle es un escritor mediocre pero altamente mediático, por lo que su editor pudo haber invertido casi 50 millones de pesos, aunque los 60 mil ejemplares apenas hayan vendido menos de 12 millones de pesos. Cuestión de números.