El reyezuelo de Tecamachalco, Inés Saturnino López Ponce libró la acusación por violencia política de género, pero está tocado. Es un impresentable militante del Partido Acción Nacional en la interna para ser candidato a diputado federal en la elección de 2018. 

O esa debería ser la lógica en un panismo que quiere y debe privilegiar el respeto y equilibrio desde una perspectiva de género.

Luego de la audiencia pública en juzgados federales la media tarde de ayer por la majadería de la que creyó salir bien librado, cuando envió a uno de sus incondicionales en 2015 a arrojar un puño de billetes a Ruth Zárate, la regidora valiente que se ha opuesto al abuso de autoridad de un panista que como se decía en el sexenio del priista Mario Marín en Puebla: se sintió Dios en el poder.

Saturnino López Ponce vio cerca la bala. El juez que conoció del caso envió la carpeta de investigación al fuero común en un sistema de justicia estatal que gusta de extender Patente de Corso a los afines al grupo que encabeza Rafael Moreno Valle, sobradamente protector de perfiles mafiosos. 

Puede ser que el asunto descanse el sueño de los justos para los próximos meses pero los tiempos obligan al tamiz electoral. El panista que ha hecho uso del dinero público de su municipio como patrimonio propio es un inelegible aspirante a la diputación federal. 

Personifica el axioma aquel que dicta que en política, el edil de Tecamachalco perdió ganando. Ruth Zárate, ofendida, por la que un grupo de mujeres en el Senado encontró útil, junto a otros casos análogos en el país, expedir la Ley contra la Violencia Política de Género, está convencida de seguir el camino legal hasta agotar todos los recursos de los que dispone.  

Lejos de sentirse derrotada, la regidora expuso ayer por la tarde luego de la audiencia, que le correspondió jugar un papel central en la lucha por el respeto a las mujeres, la igualdad entre hombres y mujeres en la función pública y ponerle freno a personajes de triste memoria como el presidente municipal de ese municipio.

A Inés Saturnino se le debió haber congelado la risa en rostro cuando al salir de la zona de juzgados federales, por la puerta de atrás como corresponde a un indiciado perseguido, haya hecho el mismo cálculo político.

Los anuncios espectaculares que se pueden observar desde cualquier camino o carretera en el distrito electoral federal que abarca también a su municipio deberán esperar tiempos mejores. No hay forma de validar una candidatura inviable que restará sufragios tan necesitados para un partido como el suyo, frente al crecimiento exponencial de los adversarios.

Imposible imaginar al PAN de Moreno Valle, Ricardo Anaya o Margarita Zavala defender la aspiración política de este señor feudal de la zona de “El Triángulo Rojo”. Actuar en contrario validaría aún más la percepción esparcida entre militantes y seguidores de Acción Nacional porque perdió el rumbo, principios y doctrina para cobijar a perfiles mafiosos, que de esos abundan en estos días.