En agosto del año pasado dos grupos deberían engalanar la fiesta de XV años de una jovencita para la que se dispuso manteles largos y cientos de invitados en una finca localizada en la exclusiva zona de Haras, en la zona poniente de la zona metropolitana de Puebla.
Sólo uno de los artistas contratados llegó, Julión, el popular cantante a quien un año después el Departamento del Tesoro lo acusaría de tener vínculos con un narco detenido en julio de este año, junto al capitán de la Selección Nacional, Rafael Márquez.
El padre de la quinceañera había contratado junto al chiapaneco, a Los Ángeles Azules. Para ello habría pagado la cantidad 130 mil dólares, unos 2 millones 340 mil pesos al tipo de cambio de la actualidad, sólo en música para ese evento.
Los Ángeles Azules declinaron participar del festejo, pues uno de los fundadores había perdido a una hija, en un accidente automovilístico. En Haras debieron conformarse con Julión, el solista que de acuerdo con reportes de prensa cobró 3 millones de pesos para cantar al Papa Francisco en su visita a México.
Era el tiempo en que el hermano de la festejada solía presumir en su cuenta de Instagram fotografías de los autos de la familia, Porches y Lamborgini, con fajos de billetes de alta denominación que asomaba por los bolsillos de sus pantalones, siempre cubriéndose el rostro.
El padre de la quinceañera se llama Othón Muñoz Zamora Bravo, es el empresario que ayer fue detenido en medio de un fuerte operativo coordinado por la Marina Armada de México y elementos de la Fiscalía General y de la Secretaría de Seguridad Pública en el estado.
En medio de la confusión, incluso la prensa nacional consignó la captura de El Toñín, Antonio Martínez Fuentes, uno de los principales cabecillas de los grupos de huachicoleros en Puebla. La verdad estaba lejos de lo que narró la prensa en general.
Otro gazapo en los reportes de prensa fue que el operativo y captura había sucedido en Lomas de Angelópolis, a medio kilómetro de distancia en donde en realidad sucedieron los hechos.
Muñoz Zamora Bravo llegó a habitar una residencia en la calle Montenegro número 51 del exclusivo fraccionamiento El Secreto, en San Andrés Cholula. Quienes conocen a esa familia saben que El cachetes, como le dicen al detenido, vivía solo en ese domicilio y que su principal actividad lícita era la posesión de dos hoteles en Oaxaca y unas cuatro gasolineras en la zona metropolitana de Puebla.
Tiene relación de amistad con el gallero Jorge Aduna, puesto en libertad por una falla en la observación del proceso penal, aun cuando había sido señalado de privar de la libertad y de la vida a un grupo delictivo que habría participado en un asalto y agresión sexual en casa de este empresario.
Este fin de semana una primera versión de lo sucedido apunta a que Muñoz Zamora Bravo es un líder huachicolero que operó en Veracruz y Tlaxcala, que poco después puso en su interés la plaza de Puebla.
Ayer por la tarde el varón de los dos hijos que tiene el detenido llegó a El Secreto a bordo de una camioneta BMW de color blanco, sin embargo los marinos y elementos de las corporaciones ministerial y federal le impidieron el paso.
En menos de un año se terminaron los años dorados, rodeados de lujo, excentricidad y disimulo.