El luto que cubre a la sociedad mexicana también invade a un segmento de la sociedad neoyorkina, una de las más cosmopolitas, colocada en esta ventana al mundo este 26 de abril.
Como cada fecha en el calendario, aquí en la Gran Manzana una comunidad de mexicanos organiza jornadas para evitar que el olvido se lleve el luto y la indignación por la muerte inexplicable de un grupo de jóvenes, cuya suerte estuvo marcada por encontrarse en el “lugar equivocado”, como los 43 estudiantes de la escuela Manuel Isidro Burgos, levantados, ejecutados y desaparecidos en Iguala en 2014.
La Jornada Global por Ayotzinapa es en esta ocasión, una oportunidad para que familiares y activistas vuelvan a reflexionar que la noche triste del 26 de septiembre de 2014 se repite con el ritmo de un siniestro compás que parece no tener un final absoluto.
Al colocarse en los icónicos escalones rojos de la esquina que hace las calles 47 Street y la 7 Avenue de Manhattan, en Times Square, un nuevo elemento estará en el ambiente, además de la tarde húmeda y fría típica de la época aún gélida: la reedición del episodio aquel con una nueva y cruenta ejecución, llena de sangre y estupor.
La muerte de los tres estudiantes de cine Javier Salomón Aceves, Marco Francisco García Avalos y Jesús Daniel García, capturados, muertos y disueltos en ácido por un grupo rival del Cártel de Jalisco Nueva Generación denominado la Nueva Plaza.
Y subraya el poderío que han alcanzado los grupos de delincuencia organizada en México, frente a la inoperancia o complacencia del Estado, incapaz de someterlos ni de erradicarlos sus orígenes como la ambición desmedida que deriva de la pobreza y la ignorancia en una juventud sin futuro.
“Ayotzinapa la leyenda. 43 estudiantes, 43 familias, 43 meses”, dice la convocatoria lanzada en redes por los activistas mexicanos que viven en la ciudad de Nueva York y que volverán a reunirse a las 6:00 de la tarde tiempo de México, este jueves que parece de Corpus, el de 1971 conocido en México como “El halconazo”. El compás, siempre el rítmico compás de la historia.
Uno de los más férreos activistas de esa causa mexicana aquí en Nueva York es Antonio Tizapa, padre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, uno de los jóvenes muertos hace 43 meses en ese estado del país convertido en reguero de cadáveres insepultos y ríos de sangre: Guerrero.
La jornada global por Ayotzinapa, cuya actividad también está prevista en la mayoría de más ciudades de México, como el zócalo de Puebla, comienza aquí a mediodía con una manifestación en Hunter Collage University en el 695 de Park Avenue; a las 5:00 de la tarde en el Consulado Mexicano; y de ahí a los escalones rojos de Manhattan.
La de mañana será una jornada de este grupo de mexicanos enclavados en la Gran Manzana para recordar que “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.