El fin de semana un grupo de militantes del Partido Acción Nacional, integrante de la gobernante coalición Por México al Frente, intentó ingresar a un domicilio privado en donde estará instalada una casilla electoral para la votación del 1 de julio.
Un individuo de nombre Alfonso López Calderón, que se identificó con la credencial de elector con clave de elector LPCLAL 78061021H700 dijo que iban a un simulacro electoral y sin que mediara aviso ni permiso ingresó al inmueble, ubicado en la avenida 5B Sur 5917, en la colonia Villa Encantada.
Dos mujeres que se encontraban en el interior se sorprendieron, y una vez respuestas de la sorpresa consiguieron echarlo a la calle. Ahí pidieron una explicación más detallada pues no existía comunicación oficial de personal del Instituto Nacional Electoral.
Dos personas más se unieron al sujeto de sospechosa conducta. El ambiente se tornó tenso pues no iban solos. Alrededor unas cinco personas más mantenían una conducta inquietante, como la de López Calderón, el sujeto que allanó la propiedad.
Un hombre se negó a identificarse, pero una mujer madura exhibió una cédula profesional con el número 4809484, a nombre de Xóchitl Maura Barranco Cortés, una panista que formó parte de la planilla de Eduardo Rivera Pérez en su primera campaña para presidente municipal en 2010.
Barranco Cortés fue luego integrante de la Comisión de Salud y según notas de prensa de hace ocho años, estuvo denunciada por el presunto delito de fraude, en contra de una mujer de nombre Lucila Concepción Muñoz Morales, según publicó el diario Intolerancia.
La ex regidora en tiempos del ahora candidato a la presidencia municipal por el mismo partido político, dijo ser representante del sujeto que había intentado mantenerse dentro de la propiedad privada. Pero no especificó el motivo de la intentona sospechosa.
Otro sujeto mayor de edad intentó atraer a unas de las mujeres sorprendidas fuera de la casa para “hablar” cuando ya la presencia de personal del INE y al policía municipal se encontraban en el lugar.
Intentaba “negociar” un acuerdo para evitar mayores escándalos; sin embargo, la negativa fue rotunda. Había motivos de más para sospechar de las intenciones del grupo, ya claramente identificado como los “operadores” del PAN: nunca quiso decir su nombre, ni identificarse.
Cuando se le inquirió si en efecto, pertenecían al PAN, sólo respondió con evasivas. Con señas ordenó a todos los acompañantes a retirarse, en sigilo.
El personal del INE dio vista a la autoridad, levantó una minuta de lo sucedido y luego se retiró.
La trampa panista había sido descubierta en la sección 1170 Básica y Contigua de los distritos 12 federal y 17 local. Los mapaches toparon con pared.