La fuga de un homicida como Martín Aquino Flores Angelo de la cárcel municipal de Tecamachalco este lunes parece no ser un hecho aislado. No sólo la forma en la que se evadió de la cárcel, ubicada a unos metros de la presidencia municipal, sino por el tiempo que ocupó y otros eventos que parecen tener algún tipo de conexión.
Este fin de semana trascendió un levantón aplicado al edil del lugar, Inés Saturnino López Ponce, cuya fama misógina ha sido documentada una y otra vez a grado de haberse caído sus aspiraciones a ser diputado federal por el Partido Acción Nacional en el proceso electoral del 1 de julio pasado.
Saturnino López Ponce, que goza de cabal salud luego de que un grupo de sujetos desconocidos lo obligó a subir a un automóvil ha sido constantemente vinculado con grupos delictivos, entre quienes se encuentran los ladrones de hidrocarburos tristemente célebres por el nombre de huachicoleros.
Un dato que parece confirmar las sospechas que han dado lugar a presuntas indagatorias es la existencia hasta hace poco de un vasto mercado de hidrocarburo robado en la central de abasto de San Salvador Huixcolotla, a cuyo lugar es obligado el paso por el municipio que ha gobernado el panista.
En uno de los mercados de consumo y abasto de legumbres había hasta 500 camionetas que vendían a plena luz del día combustible robado. Y cada uno de esos vehículos debía pagar una aduana de al menos, mil pesos para poder llegar al mercado de consumo. Los testimonios de ese pase de charola en Tecamachalco abundan, aunque prefieren el anonimato por razones obvias.
Nada de eso pudo estar ajeno a este personaje de la picaresca que cada mes de abril celebra su cumpleaños con comilonas hasta para 10 mil comensales y que fue capaz de grabar un spot publicitario con Esteban Loaiza, el ex pelotero de grandes ligas, detenido en San Diego California en febrero de este año, en posesión de 20 kilogramos de cocaína y heroína.
Los vecinos del municipio de Tecamachalco que presenciaron el evento del fin de semana encuentran un hilo conductor entre el levantón del edil que entrega la administración en dos meses, la fuga de Aquino Flores a quien le fue suficiente retirar láminas de la techumbre del penal y un atraco del que nadie ha dado parte.
Un robo cuantioso el centro de distribución de la multinacional Coca Cola, a unos minutos de la cabecera municipal de Tecamachalco y que pasó inadvertido para la policía municipal, el mismo que parece haber comenzado a pagar las facturas del caso, antes de entregar la casa que ocupó durante cuatro años y ocho meses.
Una revisión a las cuentas del edil, el derrotero de todos los días y sus vínculos podrían dar luces acerca de la existencia del mercado de huachicol, los atracos sin castigo y homicidas prófugos que investiga la Secretaría de Seguridad Pública.
Después de todo, ¿qué grupo delincuencial es capaz de subir contra su voluntad a un auto a su víctima, placearlo y luego dejarlo libre como si de un paseo de fin de semana se tratara? Inés Saturnino termina su gestión pagando compromisos pactados, eso es lo que parece.