¿Que lleva a un miembro de la clase política a acumular dinero y propiedades más allá de lo indecible?
Es una debilidad característica de la condición humana lo que propicia que un mortal cualquiera acumule propiedades y dinero muy por arriba del promedio de la población que todos los días debe partirse el lomo entre un empleo y otro para poder paliar las necesidades cotidianas, que mucho apremian.
Es también consecuencia de un sistema político que permite el enriquecimiento inexplicable, porque abunda la componenda de la que se nutre el clima de impunidad, incluso en desdoro de la reputación de personajes que señalan con voz de trueno “al ladrón... al ladrón”.
En esa tesitura se encuentra el ex presidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, convertido en terrateniente en Atlixco y Cholula, según se puede apreciar en el reporte especial que publican este lunes Parabólica.MX e Intolerancia Diario.
La condición que ocupa quien ahora es legislador de la coalición Juntos Haremos Historia luego de conocer el conjunto de documentos en poder de los autores del reportaje lo debilita hacía adentro del grupo político que tiene mayoría en el Congreso del Estado, por un rasgo elemental: el político que ocupa la silla principal en la Mesa Directiva podría desde ya, vivir de sus rentas, como ocurría con los hacendados del porfiriato.
El escándalo que lo envuelve no queda en el ámbito local, sino que va más allá y cobra mayor relevancia en una coyuntura política que cobró mayor vigor desde la semana pasada, tras conocer las motivaciones que encontró la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para anular la elección de Monterrey, la capital de Nuevo León.
En momentos en que parece más cercana que nunca la posibilidad de la anulación de la elección de gobernador del 1 de julio, y consecuentemente el nombramiento de un gobernador interino, el nombre de JJ quedará descalificado.
No es la mejor carta con la que pueda contar la coalición Juntos Haremos Historia en donde se hayan perfiles como el de Gabriel Biestro Medinilla, un legítimo activista que creció desde las brigadas encargadas de repartir el órgano de difusión Regeneración hasta el liderazgo de Morena en Puebla y luego la coordinación de ese partido en el Congreso de Puebla.
La documentación de la riqueza de este diputado lo coloca junto a quien tanto dice repudiar: su ex aliado el ex gobernador, Rafael Moreno Valle, un panista de ocasión con quien no dudó en pactar según su conveniencia. El poder iguala, pues.
José Juan Espinosa jugó a ganar y parcialmente lo consiguió. Después del periodo en que encabezó el gobierno en San Pedro Cholula se convirtió en un millonario que asumió que sería suficiente esconder la basura debajo de la alfombra declarativa del nuevo gobierno de la República, pero falló. Tiene dinero, pero el prestigio se le agotó.