En la recta final por la disputa por la candidatura al gobierno del estado, quedan tres nombres por el Partido Acción Nacional, Luis Banck Serrato quien este domingo decidió presentar su renuncia a la jefatura de la Oficina de la Gobernadora.
Conviene resaltar que la extraordinaria deriva del inesperado fallecimiento de Martha Erika Alonso el 24 de diciembre junto a su esposo, Rafael Moreno Valle. Tres personas más viajaban en el aparato; sin embargo, se ha dicho que el sexto pasajero era el grupo que acompañó a la pareja en ese fatídico vuelo, desde que el ex senador construyó la nueva clase política huérfana desde la Navidad previa.
Banck Serrato no está sólo porque también se han apuntado, o han sido mencionados Jorge Aguilar Chedraui, el ex presidente del Congreso y Eduardo Rivera Pérez, el ex edil de la capital con la fuerza del grupo doctrinario del panismo.
El propio ex edil Banck dijo al reportero que será el miércoles de esta semana cuando tome una definición. Eso lo convierte en el primer aspirante en dar un paso al frente.
La incógnita ronda los pasillos del panismo sobre el futuro candidato en un contexto en el que parecen haber perdido margen frente al grupo de Andrés Manuel López Obrador, a quien en la última semana de diciembre le endilgaron el #AMLOAsesino en redes sociales.
Las próximas horas serán decisivas. Se sabrá por ejemplo el nombre de quien será gobernador interino, el paso previo para que partidos y coaliciones perfilen a sus jugadores en el campo electoral. En esa ruta cobró fuerza la figura de Guillermo Pacheco Pulido, el ex presidente del Tribunal Superior de Justicia.
En otra cancha Tony Gali, el ex gobernador se perfiló como el líder del nuevo grupo cuando la mañana del domingo sentó en la misma mesa a los dirigentes del fragmentado Frente por Puebla.
Horas después, el Congreso del Estado emitió una terna en la que el Frente decidió jugar con sus cartas: Gerardo Islas, sin posibilidad alguna; la segunda, quien se encarga del Despacho de la Gobernadora.
La batalla se trasladó a la esfera mediática. Con una clara línea de descalificación, medios nacionales cargaron contra Pacheco Pulido. Fue como si en los archivos de los medios de la capital hubieran tenido listo el expediente de un hombre que desapareció de la escena hace casi una década.
En medio de esta batalla un convidado de palo: el Partido Revolucionario Institucional de Puebla. Sin dirección ni rumbo, a la espera de una línea nacional que ya se había expresado con la votación en el Congreso de la Unión para dar vida a la Guardia Nacional.
Sólo los iniciados sabrán que la alianza entre PRI y Morena va mucho más allá de una afinidad ideológica del pasado.