Llegaron a sus respectivas casillas electorales en un domingo con un resultado largamente anticipado, envueltos en un manto de orfandad y tragedia. Ya sin la nube de asistentes, escoltas y asistentes de prensa, los personajes que antes sirvieron fieles a Rafael Moreno Valle Rosas vivieron la sensación de la soledad absoluta.

Algunos de ellos, enriquecidos hasta lo indecible depositaron su voto, sonrieron a los funcionarios de casilla y se despidieron. Algunos de ellos sucumbieron a la tentación de subir a sus redes sociales imágenes al salir de la mampara dispuesta por el Instituto Nacional Electoral (INE). Con finos ropajes, llenos de vivos veraniegos como dicta la temporada del año, lucieron figuras fitnes, sonrieron a la cámara... y después, la nada.

Y es que la jornada electoral extraordinaria de este domingo, aunque marcada por la baja afluencia —Joaquín Rubio, presidente de la Junta Local del INE estimó un 45 por ciento de la lista nominal—, también significó el fin de un periodo de tiempo con la ausencia de la dominante figura del llamado morenovallismo.

Incluso ante la remota probabilidad del triunfo del candidato común del PAN-PRD-MC, Enrique Cárdenas Sánchez, el grupo político que llegó al poder en Puebla en 2011 es cosa del pasado y eso incluye a quienes fueron sus cómplices en el pasado reciente, algunos de ellos aún colocados en la nómina gubernamental.

La falta de cuadros nuevos en el movimiento político que presidió Moreno Valle, muerto el 24 de diciembre del año pasado con la caída del helicóptero en el que viajaba su esposa, la recién calificada gobernadora por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, fue la constante.

La visión unipersonal de un dictador que colocó su persona antes y después de todo proceso político que se vivió incluso más allá de los límites de Puebla tuvo un alto costo para ese grupo caído en desgracia. Nadie fuere capaz de asumir la conducción de las riendas que sin rubor, manejó a su antojo el difunto.

El nuevo episodio para Puebla apenas comenzó a escribirse. Los figurines que antes ocuparon los principales espacios de poder deberán entender el nuevo rol de la política detrás del resultado de este domingo.

La gente votó por una opción política cuya principal oferta fue la reconciliación después del largo periodo convulso de división, exterminio o persecución. La sola posibilidad de desterrar de la toma de decisión y aplicación de políticas públicas a una clase cleptocrática, iracunda e intolerante permitirá ver desde una perspectiva diferente el nuevo periodo para los poblanos.

Moreno Valle, su disminuido grupo y su pobre legado serán olvidados, salvo para los libros de texto de historia o los buscadores en la web con un cúmulo de referencias poco elogiosas.

Si acaso, los figurines que el domingo de elección extraordinaria que vergonzantemente niegan haber usado como molde los malos modos de ese régimen de oprobio que en buena hora terminó para salud de los poblanos y la gente decente que ha abrazado las mejores causas.

¡Adiós Rafael!