La misteriosa cartulina que un grupo de sicarios dejó sobre el cuerpo sin vida de la mujer abandonada en Periférico y Forjadores la noche del miércoles 12 no sólo dejó focos rojos encendidos en corporaciones policiacas y sus mandos, sino incertidumbre en un ámbito habitualmente ajeno a ese entorno: los proveedores consentidos de regímenes anteriores.

Y es que 48 horas antes del hallazgo del cuerpo sin vida de la mujer que en vida llevó el nombre de Cecilia Cabañas, privada de la libertad cerca de su domicilio particular en la 43 Poniente y 3 Sur, en Huexotitla, ya se habían activado señales desde el aparato de seguridad que difícilmente se pueden ver en otros episodios de menor dimensión.

De entrada pidieron a los reporteros de la fuente policíaca, guardar mesura ante el episodio que primero fue catalogado de secuestro cuando la víctima fue interceptada cuando viajaba a bordo de una camioneta Cadillac Escalade de modelo reciente bajo un argumento poco creíble: que ya se negociaba con los plagiarios.

Cabañas, una próspera empresaria que había sido proveedora de equipos de radiocomunicación para equipos de seguridad pública era conocida en el ámbito gubernamental.

Fue proveedora de equipos de radiocomunicación desde los tiempos de Blanca Alcalá Ruiz en la presidencia municipal, en el periodo de 2008 a 2011; lo fue también en el periodo de Tony Gali y luego con Luis Banck.

Lo que llama la atención es que de acuerdo con empresarios del mismo ramo, Cecilia Cabañas se había convertido en la principal proveedora de equipos para seguridad en el régimen del extinto Rafael Moreno Valle.

En el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Coordinación de Seguridad Pública, dijeron fuentes bien informadas, no dejaban pasar otros proveedores que no fueran enviados por la empresa Circuito 323.

“Esto le pasa por andar vendiendo porquería... Sigues tú Martha”, decía la cartulina que dejaron a los pies del cadáver de la mujer que hasta antes de ser víctima de sus victimarios tenía un nivel de vida ajeno a penurias, con amenidades que incluían alberca techada en el interior de su domicilio particular en la colonia Huexotitla.

La ejecución de una empresaria dedicada a proveer a diversos gobiernos de sofisticados equipos para combatir la delincuencia abre una serie de interrogantes obligadas.

Sobre todo si se trata de una empresaria preferida de un régimen caracterizado por la componenda, el pago a sobre costos y también por castigar con severidad desmedida el incumplimiento de acuerdos.