En una primera instancia, el perfil de quien será el secretario del Trabajo, Abelardo Cuellar, parece cubrir las características para hacerse cargo de esta importante cartera.

Seguramente el gobernador electo observó el historial de Cuellar, en donde sus dos principales cualidades para ocupar el puesto se centraron en su activismo social en favor de los derechos de los trabajadores y en su currículum como un abogado especialista en derecho laboral.

Sin embargo, este personaje le ocultó los verdaderos intereses que carga en sus espaldas y ahora va que vuela para caer en las prácticas que tanto criticó del gobierno morenovallista.

Hay que recordar que Abelardo Cuellar abanderó como abogado la defensa de los trabajadores despedidos por Moreno Valle. Lo reconocimos en su momento por encabezar la lucha jurídica que realizaron los despedidos de la nefasta administración de RMV, lo cual no era una tarea fácil y que además implicaba serios riesgos.

Pues aunque usted no lo crea, en este proceso de transición, el primer paso del “defensor” de los derechos laborales, quiere la cabeza de 70 trabajadores de la Secretaría del Trabajo. Así como usted lo lee.

Personal de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y del Tribunal de Arbitraje del Estado de Puebla mostraron a este columnista su indignación, ya que se les ha informado que deben entregar sus renuncias, a solicitud del equipo de transición de la nueva administración, por órdenes directas de Abelardo Cuellar.

El número asciende a más de 70 renuncias y buena parte de este personal ha laborado por más de 15 y en algunos casos hasta 35 años en estos tribunales.

No sólo son los presidentes, magistrados y secretarios de estos tribunales, sino también el personal que gana menos de 8 mil pesos al mes.

Para darnos una idea de la dimensión de los despidos ordenados por Cuellar, hay que considerar que el área de justicia laboral, incluye a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y al Tribunal de Arbitraje del Estado, por lo que los despedidos representan gran parte de la plantilla actual. (Tan solo del Tribunal de Arbitraje, a quienes se les está solicitando la renuncia equivale al 70 por ciento de la estructura de este).

En caso de que se concreten estos despidos masivos, lejos de defender los derechos laborales de los trabajadores, el otrora defensor laboral, estará violentando los mismos, y seguramente incrementando el número de juicios laborales que enfrenta la administración estatal, que tuvieron un incremento sin precedentes durante la administración de RMV.

Pero si la incongruencia de este personaje es altamente reprobable, más grave es cuando aparece un grave conflicto de intereses.

Según cifras que él mismo ha dado a conocer a medios de comunicación y cruzada con la información que corre en esos tribunales, el despacho de Abelardo Cuellar lleva más de 100 asuntos laborales contra la administración estatal, no solo de las dependencias de la administración pública centralizada sino también de organismos públicos como el Colegio de Bachilleres, el Conalep, Soapap, la Corporación de la Policía Auxiliar y diversas universidades.

Esto lo deja inmerso en un claro conflicto de interés, en donde se convertirá en juez y parte como titular de la cartera del trabajo en el estado.

Y es que no estamos hablando de un asunto menor, ya que el monto que está en juego en dichos juicios rebasa por mucho los 100 millones de pesos. Qué grave sería que estos juicios recibieran un trato preferencial en la siguiente administración.

Quizá a eso obedezca su obsesión por colocar a empleados afines en los tribunales laborales, para que de manera incondicional le resuelvan los asuntos de su despacho personal.

Y a lo anterior habrá que sumar los más de 150 asuntos en los que su despacho tiene demandada a la BUAP, en donde deben estar más que preocupados por la designación de este personaje, ya que es el abogado de trabajadores miembros del SUNTUAP, que no tienen derecho a prestaciones y que siempre ha buscado desestabilizar a la universidad.

Y tras todo lo anterior queda la pregunta: ¿Cómo un “defensor” de los derechos de los trabajadores atropella los mismos y actúa de la misma manera que lo hizo Moreno Valle al que tanto criticó?