En mala hora tocó a Genoveva Huerta Villegas, la dirigente estatal del Partido Acción Nacional, defender el régimen de Rafael Moreno Valle, que como ya se ha documentado, estuvo plagado de abusos, ocurrencias, corrupción y frivolidad.
Con una línea discursiva dispuesta a torpedear a la Cuarta Transformación jamás vio llegar el golpe que llegó desde la agrupación Puebla Vs la Corrupción que encabeza el doctor Enrique Cárdenas Sánchez, ex candidato panista al gobierno del estado en la elección extraordinaria de 2019.
Ya había intentado ser abanderado por la vía independiente en 2018; sin embargo, ante la imposibilidad de reunir las firmas requeridas por una de las leyes más restrictivas para ese propósito, claudicó en su intento. No obstante su empeño por competir como candidato sin partido, una corriente de opinión importante lo colocó más cerca del panismo que de cualquier otra oferta política.
El problema para la dirigente de Acción Nacional es que la reciente publicación sobre la corrupción en torno al desarrollo de la Planta Audi, auspiciada por esta agrupación civil en diversos medios terminó por confirmar la sospecha de la existencia de una trama mafiosa para conseguir consolidar en Puebla a la firma automotriz.
Por lo menos en esta no fue la línea dura del Movimiento Regeneración Nacional ni sus aliados políticos quienes cuestionaron la reputación de la gestión del difunto Moreno Valle. Tampoco fueron agrupaciones ni activistas ubicados en la izquierda de la geopolítica local los que demandaron una investigación sobre la forma tramposa de gestionar las tierras para la planta fabril.
La bomba mediática que estalló en las manos del PAN en Puebla fue detonada por un ex aliado político, un ex candidato al gobierno del estado que este partido político cobijó bajo sus siglas para hacer frente a Miguel Barbosa, de Morena-PT-Verde Ecologista.
Genoveva Huerta, que debe la dirigencia de ese partido político al matrimonio Moreno Valle-Alonso Hidalgo, deberá trazar una línea discursiva mucho más convincente que lo expresado este lunes en donde pretendió salir con el recurso fácil de la descalificación que hasta donde se ve, tiene la solidez de un trabajo de investigación hecho durante meses.
“Sí tienen pruebas que las demuestren, nunca juicios a priori, nunca aceptaremos este tipo declaraciones”, atinó a decir en su rueda de prensa habitual de cada lunes. La debilidad argumental de la lideresa panista fue más que notoria por una razón elemental: la gestión gubernamental de Moreno Valle es indefendible.
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En el sótano...
El autor de la Parabólica dio cuenta este lunes de una historia de acoso y tráfico de influencias que habría protagonizado Alejandro Vivas Calvo en contra de Paullette Castro Andrade por el presunto robo de una camioneta particular.
Vivas Calvo fue ayer puntual: no usó relaciones políticas ni familiares para llevar a cabo un procedimiento legal que deberá resolverse en esa vía.
La disputa es de dos y así deberá quedarse.