Tras el sábado negro para las Redes Sociales Progresistas (RSP) en Morelos, el pasado 17 de agosto, con el fracaso de la que debió ser su Asamblea Estatal número 12, de al menos 20 que necesitan para ser partido político nacional, la autora intelectual de esta organización —la dueña—, la siempre controvertida Elba Esther Gordillo Morales tomó en propia mano la supervisión de esta ruta para acreditar los requisitos ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

La ex presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) acudió personalmente a Acapulco, el pasado 24 de agosto como se contó en la entrega de la columna el domingo 25 de agosto "El Cónclave de Acapulco" y estuvo en Puebla este 7 de septiembre, para recibir de propia voz de sus alfiles los pormenores.

Las asambleas en Guerrero y la de este fin de semana en Puebla superaron expectativas, casi al doble en el caso poblano, el requisito mínimo de acreditar 3 mil afiliados.

Hubo poco más de 5 mil 100 en el Salón Country de Jardines de San Manuel, en la cuenta final del vocal del INE, tras el acto protocolario, por ahí del mediodía, pero el quórum se declaró con 4 mil 735 a las 11:00 horas.

La maestra, ella que vivió en las celdas oscuras de Santa Martha Acatitla, esperó y operó desde el viernes en la comodidad del hotel La Casona de los Sapos. Nunca fue al salón, aunque la fantasía de algunos así lo quiera ver.

Ahí recibió, vio, se reunió y hasta se dio tiempo de saludar a un puñado de reporteros convidados, cuando bajó de su habitación al patio central, una vez que se sabía del éxito de la Asamblea 13, de Puebla.

El cobijo de Elba, como anfitrión, corrió a cargo de Christian Macip, delegado nacional en Puebla y tuvo buenas noticias para la maestra y las RSP.

Aunque tienen cuidado en las declaraciones de prensa, lo cierto es que la operación de los poblanos ex priisitas, como Macip mismo y del ex secretario particular de Mario Marín Torres, el ex diputado federal suplente Ramón Fernández Solana, debe tener muy preocupado a Lorenzo Rivera, dirigente del Partido Revolucionario Institucional.

En la asamblea del sábado, de acuerdo con la cuenta interna, estuvieron más de 3 mil ahora ex operadores del tricolor, quienes apenas en junio pasado trabajaron en la malograda campaña a la gubernatura de Alberto Jiménez Merino.

Fernández Solana que ha andado en los últimos años los distritos que tienen asiento en el sur de la capital, desfondó de operadores a su ex partido, del que también apenas se despidió hace menos de un mes.

Quienes vieron esta estrategia saben que Ramón y Macip, junto con su grupo, desdeñaron sumar a cuadros visibles y su objetivo fue por operadores de esa región, que es de las pocas que mantenía cierta lealtad priista.

De los conocidos, solamente apareció discreta en segunda fila del templete, la ex diputada federal Anel Fernández Zempoalteca, quien en la legislatura pasada ocupó como relevo una curul en San Lázaro.

Aquellos priistas que en tierra obtenían votos en La Margarita, las juntas auxiliares, las colonias populares, las unidades habitacionales y las inspectorías sureñas de la capital poblana, prácticamente migraron ya a las Redes Sociales Progresistas (RSP).

¿De qué tamaño es el boquete?

Pareciera que del mismo de la sonrisa de la maestra, del sábado, cuando en el restaurante de hotel, brindaba con una copa de vino rosado, con sus alfiles.

Sólo una que levantó, con un inesperado muy buen semblante según se pudo ver en las imágenes obtenidas por el autor de la Parabólica. A su alrededor, a esa hora, ese día, andaban los alfiles poblanos, Macip, Fernández, sus equipos y su propio yerno, Fernando González Sánchez, en una tarde sabatina en las que los ausentes fueron varios y los mensajes, notorios de los que más tarde se ocupará el columnista.