La carrera por la candidatura a la presidencia municipal de la capitalina de Puebla se calienta. Aún cuando los distintos partidos políticos viven procesos de renovación en sus dirigencias, existen actores de la política a quienes les urge movilizarse.
Uno de los que deberá esperar mejor turno es el diputado del Partido del Trabajo, José Juan Espinosa. La dirigencia nacional ya determinó que no apoyará las aspiraciones de quien ya fue edil de San Pedro Cholula.
El dirigente nacional Alberto Anaya valora jugar sólo en 2021 para lo cual requiere de un cuadro más competitivo que Espinosa, a quien ven como un advenedizo después de haber transitado por el partido Convergencia de Dante Delgado y luego Morena.
Más o menos lo mismo sucede con el diputado local Raymundo Atanacio Luna, un alfil del senador Alejandro Armenta Mier. De bajo perfil, el legislador local también sueña con la postulación que parece muy cuesta arriba.
Quién parece tejer mejor para ese propósito en el Partido Acción Nacional es Jorge Aguilar Chedradui. El ex líder del Congreso se supo colocar en el círculo cercano del dirigente nacional de ese partido político, Mario Cortés.
Compite con Eduardo Rivera Pérez que ya fue edil de la capital, cuyas posibilidades parecen desvanecerse por la falta de decisión en momentos clave como la elección extraordinaria que terminó por dar como candidato a un Enrique Cárdenas, ex rector de la Universidad de las Américas Puebla.
En el Partido Revolucionario Institucional la caballada esta flaca. Sin cuadros competitivos carece aún de aspirantes visibles que permitan suponer que están dispuestos a pelear el poder al Movimiento de Regeneración Nacional, que ya ofreció resultados deficientes pero con el bastón de mando en la toma de decisiones desde el Ejecutivo y el Legislativo.
El reto para Morena será apaciguar a los adelantados. El Secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla Prieto es un funcionario con aspiraciones inocultables y a quien siguen viendo con recelo y distancia.
El otro es Gabriel Biestro, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política en el Congreso. Tiene el afecto del gobernador Miguel Barbosa, sin embargo no lo es todo dados los usos y costumbres que se han visto en los últimos meses en el partido que aún preside Yeidckol Polevnsky, tambaleante en el cargo pues está en curso la renovación de ese partido que deberá concluir en el último bimestre de este 2019.
El último tercio del año se ha convertido en la antesala de diferentes apetencias políticas en la capital. Unos ya se cayeron y otros lo harán en las próximas semanas, y acaso como dice la canción, se escuchará en diversos cuartos de guerra de los aspirantes ‘diciembre me gustó pa’ que te vayas...’.