La trivialización del concepto Golpe de Estado llegó ayer hasta el Congreso de Puebla. Con la grandilocuencia que lo distingue, el diputado José Juan Espinosa Torres del Partido del Trabajo, vio una condición análoga en Tehuacán.

Oficioso defensor de un edil impresentable como Felipe Patjane, el legislador que no ha sido capaz de resolver sus pendientes en la Auditoría Superior del Estado por el presunto uso irregular de cuentas dinero público, usó la tribuna en el Legislativo para ofrecer una parcial y convenenciera opinión del proceso que envuelve al cuestionado edil en Tehuacán.

En Puebla todo parece indicar que en los próximos días, en lugar de aplicar que el pueblo pone y el pueblo quita, quieren aplicar la mala tradición de los gobiernos del PRI y del PAN, en donde el gobernador pone y el gobernador quita”.

“No nos prestemos a lo que a todas luces es una intentona de dar un manotazo en la mesa y que el gobernador del estado, Miguel Barbosa tome el control absoluto en el municipio del que es originario, en donde existe la perversa intención de romper el orden constitucional (...) es muy claro que en Puebla existen visos de un Golpe de Estado”.

Sin un afán de hurgar en las motivaciones de JJ para haber roto con la coalición Juntos Haremos Historia y que apunta a la sospechosa riqueza que lo acompaña, el lenguaraz ex edil refrenda su proclividad a la perversión de la lengua y los conceptos de la ciencia política en aras de acomodarse favorablemente en la coyuntura política.

Verborrea, dirían unos, mentiras clamarían otros. Tal vez no sea más que un recurso fácil de la ignorancia de un político que no trasciende más allá de lo local por su limitada visión de un panorama más complejo que el de su propia estatura

Sobre los golpes de estado en América Latina, la literatura es abundante, rica en matices y solvente en rigor. El político local la desconoce o la ignora según la perorata en tribuna.

La suerte de Patjane no está decidida. Habrá mesas de análisis entre legisladores, regidores y un conjunto de actores de la sociedad de aquel lugar. Sólo al final de ese trabajo y el consecuente diagnóstico, se podrá anticipar si este edil en problemas se sostiene en el cargo.

De lo que no hay duda, es del lugar que aguarda al diputado hablantín que un día quiso ser abanderado a la capital del estado por el Partido del Trabajo y no es del lado correcto el de la historia, para decirlo clarito.