Para esta temporada decembrina unas 23 familias podrían haber tenido una digna cena de Navidad con 2 mil pesos en promedio, si se consiguieran reunir 45 mil pesos.
Muchas de ellas no los tendrán. La razón es simple y añeja: el sistema distributivo en México y Puebla es absolutamente injusto, hasta en las instituciones públicas responsables de subrayar esa inequidad desde las aulas, como la Secretaría de Educación.
Los 45 mil pesos, redondos y exactos son los que cada mes cobró un profesor que se olvidó desde hace décadas del apostolado que supone la educación pública y se dedicó a la política, en la peor de sus acepciones, y a los negocios: Darío Carmona García, descubierto recientemente por su notable afición al dinero fácil.
Carmona y otros de igual especie ocuparon el escalafón más alto de la estructura administrativa en la SEP y en el caso particular del ex secretario de Educación con Mario Marín, en 11 meses, de enero a octubre, habrá cobrado por hacer nada en favor de la enseñanza, un total de 450 mil pesos, según pudo constatar el autor de la Parabólica.mx
El problema es Carmona García y otros que están en esa misma condición; sin embargo en un ámbito como el educativo en el que muchos planteles carecen hasta de agua para el aseo de los baños, es obsceno.
Y lo es más que el sistema imperante haya permitido el kafkiano método de mantener parásitos con carretadas de dinero público y en un último plano a niñas y niños que carecen hasta de una taza de chocolate caliente para comenzar su día de estudios.
Entre quienes han contribuido a este sistema desigual en el reparto del dinero público y el desolador panorama educativo están gobernadores y titulares de educación, sindicatos y líderes sin escrúpulos que han recibido igual, su jugosa tajada porque alrededor del aparato estatal también hay negocios de todo tipo: reparto y venta de plazas, compras y adquisiciones, ‘moches’ y comisiones.
Carmona García no se conformó con el cheque que se le entregó puntual y que cálculos matemáticos elementales, arrojan 4 millones 320 mil pesos en 8 años al servicio del grupo político de Rafael Moreno Valle.
Fue también mercader de servicios de consultoría para lo cual utilizó empresas fachada registradas en padrones de proveedores del sector público estatal y federal.
El 14 de noviembre este aviador de altos vuelos decidió no presentarse a trabajar en la Escuela Normal Jesús Merino Nieto, en Ixcaquictla, a unos 130 kilómetros de la capital de Puebla, en el sofocante calor de la mixteca poblana.
Debió hacerlo cuando el gobierno del estado decidió terminar la costosa manutención de un hombre que vivió del erario como el ideal del güero Garizurieta: vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.
No es el último parásito al que se le terminó su fuente de ingresos. Ya es tiempo de que Melitón Lozano, el titular comience esa purga antes de que el su jefe el gobernador Miguel Barbosa haga esa tarea.