Hace casi dos semanas que una familia poblana debió poner a la niña de casa lejos de un depredador: un sujeto de pasado y presente plagado de vicio, drogas y violencia, carente de arrepentimiento ni sentido de humanidad. Un psicópata y feminicida en potencia.
Hace unos días, el acosador de la jovencita fue a la casa de la víctima, retó y agredió con un instrumento metálico al padre, a las puertas de la casa. Tundido a golpes por el ataque sorpresa pudo librar la agresión que ya había generado daño notable en rostro y espalda, una cobardía vil.
Presentada la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, nada se pudo hacer. El comandante de la Policía Ministerial responsable pidió dinero para actuar, no obstante que se cuenta con nombre, dirección y familia de este adicto y violento acosador de una muchacha que difícilmente llega a los 19 años. Impunidad rampante en la era de la transformación de la Fiscalía.
Los nombres de las víctimas, identidades los conocemos unos cuantos. El autor de la Parabólica.mx no está autorizado para revelarlos, y tampoco el del peligroso depredador, por obvias razones.
Conviene subrayar esa circunstancia en medio de un sentimiento de indignación generalizado por el nivel de crueldad con el que han caído: Mayra de nueve años de edad y su madre Isabel, abusadas sexualmente y muertas en la mixteca por un feminicida de 14 años de edad, según apuntan las indagatorias; la poblana Ingrid Escamilla, en la Ciudad de México el 8 de enero, muerta con saña extrema y exhibida sin decoro por la prensa inescrupulosa; y más recientemente, Verónica, de 14 años de edad en Zihuateutla.
Dos de los consultores más influyentes como Antonio Sola y Xavier Domínguez utilizaron el foro en la Cumbre Mundial en Comunicación Política para hablar de las condiciones de peligrosidad que existe en torno de la mujer.
Todo tipo de actores públicos condenada ese clima, incluso el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el Movimiento Regeneración Nacional. Hacerlo es políticamente correcto aunque sus obras los definan frente al juicio general. El oportunismo priva en la clase política en tiempo de feminicidios. En Puebla, la numeralia ya arroja un saldo de 23 féminas sin vida.
En medio de la creciente ola de violencia, han surgido voces que antes callaron ante este fenómeno. El ejemplo más notable es el de esta familia poblana que tuvo que resguardar en una casa ajena a la niña perseguida por un depredador en potencia que nadie tiene interés en frenar. No tienen madre.