La compleja red de operación electoral que fraguó el morenovallismo desde su irrupción en Puebla en 2010 a través del magisterio, sigue viva en la Dirección de Educación Física de la Secretaría de Educación (SEP), como reducto de la Sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

De ahí que también que ante la cercanía de elecciones en el sindicato para renovar dirigencias en las secciones 51 y 23 de Puebla que deberán realizarse en diciembre próximo, que el mapacherío se haya alborotado y atrincherado, para defender lo que queda de sus cotos.

Víctor Arenas Pérez, el actual director del área y testaferro de su antecesor, Daniel Demetrio Tejeda Barrientos, ha construido, de acuerdo con denuncias en poder del autor de la Parabólica.mx una intrincada estructura electorera con asignación de cargos, entrega de plazas y cambios de adscripciones por todo el estado.

Éste ha venido reproduciendo el modelo que el SNTE desplegó para el apoyo al morenovallismo y lleva las huellas y el estilo burdo de las secciones magisteriales 51 y 23.

Los operadores de la primera se han aliado con los de la 23, como Miguel Ángel Cristales Montaño —cercanísimo y obediente al ex marinista ex secretario de Educación, Darío Carmona García— y Omar Medina Tejeda, quienes al igual que Arenas y Daniel Demetrio “se dedicaron a fomentar la corrupción, aprovechándose de los maestros de los sistemas federal y estatal”.

Las acusaciones ponen un ejemplo claro: los dos grupos, a lo largo de años de poder e impunidad construyeron la estructura de supervisores de Educación Física de Nivel, supervisores de Educación Física de Zona, coordinadores de Ligas Deportivas y entrenadores Deportivos.

En realidad se trata de una maraña inexplicable desde el punto de vista administrativo, pero rentable y eficiente, en la operación electoral a ras de suelo en todas las regiones del estado de Puebla.

Esa telaraña de cargos se creó sin ningún sustento legal en la estructura ocupacional de la Dirección de Educación Física y generó que “hoy esté sumida en la corrupción”.

La evidencia señala que “sólo la crearon para el control político y para tener una maquinaria operativa que les permitió a esos grupos morenovallistas y a Carmona García un desmesurado incremento y saturación de supervisores, cargos que fueron entregados a sus amigos, compadres, además de que esas plazas fueron mercancía al mejor postor, pues muchas fueron vendidas hasta en 100 mil pesos”.

En la Dirección de Educación Física se quita, pone, cambia, sube y baja docentes y funcionarios de todos los niveles con base en esta visión y proyecto electoral, con dos metas específicas, la de este 2020, con el relevo de las dirigencias seccionales 51 y 23, y en 2021, para las elecciones local y federal.

Con esos dos peldaños los ex seguidores del fallecido Rafael Moreno Valle han prometido volver a la vida pública y al poder que les permitió acumular dinero sin freno ni pudor.

Este esquema se les consulta y se les reporta puntualmente a los secretarios generales de la Sección 51, Jaime García Roque, y de la 23, Alejandro Ariza Alonso, dijeron las fuentes consultadas.

En esta trama, Víctor Arenas tiene una tarea específica: “proteger y tapar” la larga estela de corrupción de sus antecesores en esa dirección, Miguel Ángel Cristales Montaño, Daniel Demetrio Tejeda Barrientos y Omar Medina Tejeda.

“De ahí la imposición de este personaje que busca, a piedra y lodo, concretar García Roque”.

El aviso ahí está. Las denuncias se han presentado.

La corrupción se asoma en la Dirección de Educación Física, tanto como en el horizonte se asoman los años electorales 2020 y 2021.