Recientemente expresé mi molestia por la falta de empatía y compromiso por parte de los diputados federales por Puebla que no cabildearon lo suficiente para que en el Proyecto del Paquete Económico de la Federación se destinaran mayores recursos a la entidad o al menos no tuviéramos un recorte.

Aunque algunos legisladores como Saúl Huerta ya se pronunciaron y buscarán que se reasigne una parte del presupuesto federal de 2021 para que Puebla no pierda casi 5 mil millones de pesos, lo cierto es que además de los diputados también tenemos que voltear la mirada a otro sitio.

Puebla tiene 217 municipios e igual número de presidentes municipales, sin embargo muy pocos de ellos, por no decir, ninguno, presentaron proyectos de infraestructura para tratar de pelear un poco del botín federal de 2021.

Las comparaciones son odiosas pero durante el morenovallismo, el verano era el tiempo en el cual se valoraban, aprobaban y rechazaban los posibles proyectos de infraestructura que se presentarían a la federación para garantizar su construcción.

Sin embargo, este año tomó por sorpresa a los alcaldes y por los resultados vistos, no hubo proyectos sólidos que lograran captar recursos para detonar la economía en Puebla con la creación de empleos en la construcción.

¿Incapacidad, desconocimiento, valemadrismo? Cuál será la razón que cada alcalde esgrima en sus próximos informes de gobierno en octubre. O acaso ¿le apostarán a la desmemoria y culparán a la federación de no contar con recursos para hacer las obras que se requieren a lo largo y ancho del estado?

Mientras seguimos enfrascados en la polémica de si el recorte presupuestal es reflejo del cariño político o de una posible revancha entre AMLO y Miguel Barbosa, los presidentes municipales continúan nadando de a muertito.

Digámoslo con todas sus letras: Puebla carece de una cartera de proyectos.

Además de la irresponsabilidad de los presidentes municipales, en la Secretaría de Infraestructura no se realizó el trabajo técnico. La dependencia se encuentra bajo la responsabilidad de Juan Daniel Gámez Murillo.

Al titular de Infraestructura ya se le había reclamado, recientemente, la falta de obra pública en el estado, al grado que en julio de este año se comprometió a que con el cambio de color del semáforo Covid en Puebla, se redoblarían los trabajos para tratar de recuperar el tiempo.

¿Ahora que la entidad se queda sin 5 mil millones de pesos, también tendrá un plan B para rescatar algo de los recursos que hoy se ven perdidos?

Veremos y diremos.