El costo de elaborar el presupuesto sobre las rodillas de los diputados lo pagaremos los poblanos.

Mientras no se depuren los procesos y se genere la infraestructura suficiente para lograr auditorías sólidas que no dejen lugar a dudas de los actos de corrupción de los servidores públicos, tendremos que conformarnos con el linchamiento en ruedas de prensa de quienes se pasean como Pedro por su casa sabiendo que las ideas se quedarán en el terreno de lo mediático.

En este caso, pese a lo mucho que se ha hablado de sancionar las corruptelas del pasado y revisar con lupa las cuentas públicas, inexplicablemente hay un tema que quedó olvidado en el Presupuesto de Egresos de 2021: la partida financiera que permita la creación de la Auditoría Forense.

Esta área, que ya fue aprobada en septiembre pasado por el pleno del Congreso del Estado, requiere de un presupuesto propio para poder funcionar.

Entre otras cosas, la Auditoría Forense permitirá terminar con los cálculos a ojo de buen cubero. Especialistas serán los encargados de informar si las obras de sexenios anteriores se realizaron o no, si se construyeron conforme a lo pagado o si existen irregularidades en las cuentas públicas de los servidores anteriores.

En teoría, se contarán con laboratorios y especialistas que doten de elementos probatorios, todas las acusaciones que hasta la fecha se han realizado sin una auditoria a conciencia. 

Nadie duda que hayan pagado obras inconclusas o que se utilizaran materiales de menor calidad de la que se facturó. Tampoco ponemos en tela de juicio que una veintena de empresas de papel sirvieran para beneficiar a los amigos o para triangular recursos. Sin embargo, todos estos señalamientos se deben probar para poder aplicar sanciones contra los exfuncionarios. Mientras las pruebas no existan, las acusaciones no pasarán de las ruedas de prensa.

Después de lo que los poblanos vivimos en el sexenio de Rafael Moreno Valle (2011-2017), créanme que tener una Auditoría Forense para sancionar los abusos y evitar que ocurran nuevamente, es un asunto de Estado.

La Auditoría Forense será un área técnica que integre conocimientos criminalísticos, contables, jurídicos, procesales y financieros para combatir el fraude y la corrupción.

Todo suena muy bien, excepto que nuestros legisladores en la Comisión de Presupuesto parecen dormidos. El tema es muy simple, el presupuesto está incompleto y así, la aprobación de la Fiscalía Forense se convertirá en letra muerta.

Si la cacareada lucha contra la corrupción de la 4T en Puebla va en serio, necesitan ponerse las pilas y actuar en consecuencia, de lo contrario, todo quedará en un acto más de demagogia. Ni más, ni menos. 

El Cachorro Fraile

Paco y Tomás Fraile podrían ser los nombres de dos candidatos a presidentes municipales. El primero ha levantado la mano en San Andrés Cholula donde el panismo lo está viendo con buenos ojos por su vasta trayectoria y la probada lealtad hacia su partido.

En el caso de Tomás Fraile, el hijo de Paco, se trata de un personaje que se había dedicado a los negocios, marcando distancia política, aunque siempre inquieto y hasta incómodo en las redes sociales.

Quienes lo siguen, recuerdan que hace más de tres años comenzó a jugar con la frase “Tom presidente”, pero ahora al parecer pasó de la ocurrencia a la realidad. Este personaje se sumó a Redes Sociales Progresistas partido que en cualquier momento lo podría lanzar a la presidencia por la capital.

Sobra decir que al hijo del Pastor, no le alcanzaría para ganar ni para competir, aunque sí lograría el objetivo del nuevo partido de la maestra Elba Esther: pulverizar el voto y sumar para mantener el registro.

Cosa curiosa, debido a su apellido, Tom podría arrebatarle votos al o la candidata que Acción Nacional designe para tratar de recuperar la presidencia municipal de Puebla.

Tres feminicidios en una semana

En menos de siete días, tres mujeres en Puebla fueron violentadas y asesinadas. Sus cuerpos tirados sin mayor pudor por parte de sus agresores.

Ayer contamos la historia de Clara, una mujer de 52 años que tras salir de su casa en Acajete no regresó. Horas después se encontró su cuerpo en el basurero de Tepetzala, con huellas de tortura.

El jueves fue localizado el cuerpo de Susana Cerón Zenteno en el Periférico Ecológico a la altura de Cuautlancingo. Ella tenía 33 años, era empleada administrativa de la Academia de la Policía del Estado. El principal sospechoso de su muerte es Efrén N. quien también labora en la Secretaría de Seguridad Pública y era su pareja sentimental.

El miércoles la víctima fue Claudia Cecilia. Tenía 29 años y fue asesinada entre la salida de su trabajo y la parada del camión. Su cuerpo quedó abandonado cerca del panteón de La Resurrección.

A esta dolorosa lista tenemos que sumar el intento de feminicidio que se cometió dentro del Cereso de San Miguel, el fin de semana pasado.

¿Cuántas mujeres más tienen que morir para que Raciel López y los demás funcionarios responsables de la seguridad realmente apliquen acciones para frenar los feminicidios en Puebla?