El día de hoy, en el Congreso del Estado los diputados votarán para decidir al nuevo Comisionado del Instituto de Transparencia que estará en el cargo por los próximos seis años.

Ha trascendido que el elegido por dedazo divino será Israel Argüello, quien —por increíble que parezca— hizo el ridículo en su comparecencia ante los diputados, al no entender las preguntas formuladas y mostrando un desconocimiento absoluto en la materia de transparencia.

Otro de los tres aspirantes al cargo, es Javier García, quien dedicó su entrevista con los legisladores a hacerse un auto homenaje, sin poder responder ninguna de las preguntas que le formularon.

El tercero de los aspirantes es René Lazard, quien según los propios legisladores, mostró la capacidad suficiente para ser merecedor del cargo en disputa.

Pese a todo, el menos preparado de los tres, es quien lleva mano por ser el que garantiza la sumisión total al poder.

De concretarse la votación en favor de Israel Argüello, Gabriel Biestro quedará confirmado como mayordomo del Palacio Legislativo.

Veremos y diremos.

La alianza de closet

Una vez que fue oficializada por los presidentes estatales del PRI, PAN y PRD, la alianza multipartidista comenzará a ser blanco de los ataques morenistas tanto frontales como ocultos.

Lo que a los hoy puristas de Morena se les olvida es que la creación de su Movimiento Regeneración Nacional se dio justamente con militantes, activistas y liderazgos de esos tres partidos que en diversos momentos históricos se adhirieron a la causa lopezobradorista.

Por citar solo algunos ejemplos, ahí están Manuel Bartlett hoy flamante titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pero ayer, priista de hueso colorado, autor del fraude electoral de 1988 y gobernador de Puebla.

Además del Revolucionario Institucional, el partido donde Andrés Manuel dio sus primeros pasos como político, el Sol Azteca ha sido el instituto que más militantes ha cedido para robustecer a la famosa Cuarta Transformación. Ahí está el gobernador Miguel Barbosa quien encabezó la desbandada de senadores del PRD para engrosar las filas guindas.

Quizá el partido que menos integrantes ha cedido a Morena es precisamente Acción Nacional, sin embargo, también hay políticos que sin ningún rubor y después de vestir los colores azul y blanco decidieron “reivindicarse”.

Así que la próxima vez que los morenistas se empeñen en descalificar las alianzas deberían recordar que llegaron al poder gracias a una de ellas –Juntos Haremos Historia- y cuando critiquen las acciones u omisiones de otros partidos, de las que sobran ejemplos, deberán preguntarse si sus compañeros de partido no fueron directamente responsables de lo que tanto cuestionan.

Por mucho que se empeñen las huestes de AMLO en decir que son diferentes, la realidad es que están cortados con la misma tijera, con un agravante, los otros partidos demostraron que al menos tenían oficio político y sabían gobernar.