Fue un informe atípico, como atípico ha sido todo este año. En esta ocasión el Ejecutivo no fue el centro de las fotografías ni ofreció un discurso en el que se autoelogiara. La pandemia lo impidió, pero también el propio carácter de Miguel Barbosa.
Durante los últimos 16 meses el gobernador ha impreso una nueva forma de comunicar, que nos guste o no, refleja gran parte de su personalidad, prueba de ello son las frases coloquiales que en más de una ocasión le han puesto en aprietos, pero que también le han permitido comunicar de manera eficaz.
Sin duda a este gobierno aún le faltan muchos pendientes, otras cosas aún se deben corregir, pero no podemos regatearle los aciertos entre los que destaco cinco.
El manejo de la pandemia en Puebla ha sido de los mejores del país. La claridad en los mensajes matutinos, el cambio necesario de secretario de Salud, la reconversión de hospitales, la emisión de decretos, firmeza para mantener los cierres mientras los contagios no cedan, la transparencia en las cifras y el uso constante del cubrebocas; son sólo algunos de los rasgos que han permitido que los poblanos entendamos el riesgo que representa violar las medidas de sanidad ante el coronavirus.
Adelgazar el gasto público, cumpliendo con la promesa de la Cuarta Transformación, sin llegar al “austericidio”, es otra de las fortalezas que destaco en estos dos meses porque permite al gobierno contar con más liquidez para obras o para temas de emergencia como la sanidad.
El combate frontal al huachicoleo, uno de los delitos más tolerados por Rafael Moreno Valle y que más daño causaron al tejido social de las comunidades del Triángulo Rojo, es otra de las acciones que se han concretado en estos primeros meses de gobierno, aunque es claro que aún hay mucho por hacer para erradicar el delito.
Y ya metidos en esto de la limpia, las sanciones e investigaciones a todos los responsables de saquear a Puebla durante el morenovallismo, es otra de las acciones que ha enarbolado el gobernador. Habrá quien diga que se trata de un combate contra la corrupción, otros que es venganza, yo prefiero pensar que es un nuevo modelo de gobernanza que sienta las bases para que nunca más los mandatarios arrasen con los recursos de Puebla.
Por último, el rescate de Ciudad Modelo me parece uno de los aciertos económicos y de desarrollo de este gobierno. Confió que en breve y con la nueva legislación permita a los ciudadanos y ayuntamientos de la zona Audi sentir realmente los beneficios de haber instalado una planta de autos de lujo en ese territorio.
Obra pública, el gran pendiente
Aunque es verdad que es corto aún el tiempo de su gobierno y que la pandemia vino a cambiar muchas cosas, considero que en materia de infraestructura poco se está realizando. La obra pública, tan necesaria para reactivar la economía, no se ha visto.
Los feminicidios que una semana sí y otra también nos indignan y nos llenan de rabia, son otro de los pendientes que por desgracia no se han podido contener. A la par, la inseguridad, que se refleja en los asaltos al transporte público o a las tiendas de conveniencia, continúa al alza.
Como lo he expresado en varias ocasiones anteriores, me gustaría que de los dichos pasáramos a los hechos, a lo concreto. Qué bueno que nos puedan decir que en el Capcee se pagaron obras inexistentes o que cada mes se perdían más de 40 millones de pesos por el antiguo sistema de cobro en RUTA, pero más allá de los hechos necesitamos que las y los verdaderos responsables de esos contratos leoninos sean presentados ante la justicia y que paguen las que hicieron. Estamos comenzando a aburrirnos de escuchar acusaciones sin ver pruebas concretas.
Finalmente a Miguel Barbosa bien le haría dejar de abrir frentes a diestra y siniestra. Sus enfrentamientos constantes contra otros líderes poco abonan en estos tiempos en donde los poblanos nos encontramos altamente polarizados.
Miguel Barbosa aún tiene por delante muchos meses más y sin duda la pandemia y las elecciones de 2021 serán sus prioridades del siguiente año.