Una vez más el gobierno de Andrés Manuel nos pintó un violín a los poblanos. Aunque la federación se había comprometido a enviar 40 claves (medicamentos) tras el airado y justificado reclamo del gobernador, lo cierto fue que este martes los padres de niños con cáncer tuvieron que hacerse escuchar ante la falta de las fórmulas para las quimioterapias infantiles.
“Sr. Presidente, qué haría usted si fuera su hijo”, fue la pancarta que una madre de familia sostuvo en la protesta del bulevar del Niño Poblano, justo frente al hospital donde su hija debería estar recibiendo los fármacos para combatir y vencer al cáncer.
El gobernador, nuevamente tomó al toro por los cuernos e instruyó que en ese mismo momento se compraran los medicamentos, en las farmacias si era necesario.
Esta no es la primera ocasión que los poblanos se quedan sin medicamentos por culpa del famoso Insabi. Es claro que el nuevo programa de salud de AMLO no es capaz siquiera de garantizar que las medicinas básicas se encuentren al alcance de los médicos y pacientes.
Nadie niega que el Seguro Popular tuvo muchas deficiencias e infinidad de casos de corrupción —varios de ellos documentados en Intolerancia Diario—, pero después de dos años y medio del gobierno de López Obrador, resulta criminal el ver cómo se mueren los niños por falta de “las claves” que la federación prometió mandar y no cumplió.
El pretexto ante la espera infructífera fue que falló la logística, como si con eso la reproducción de células malignas en los pequeños se detuviera o como si no existieran ambulancias o camiones para trasladar los medicamentos dos horas por autopista.
¿Dónde quedó el #ConLosNiñosNo?
Nora y sus tres tropiezos
La recientemente nombrada presidenta del Congreso dio ayer una rueda de prensa que no tuvo desperdicio. No sé si por inexperiencia o por exceso de sinceridad.
Primero reconoció que sí criminalizarán la protesta del 8-M y que denunciaron penalmente a quienes hayan dañado el inmueble sede del Poder Legislativo.
Después, contrario a los principios de Morena, decidió barrer y dejar bajo la alfombra los señalamientos por moches de su compañera Tonantzin Fernández a quien su suplente le acusó de cobrarle la mitad del sueldo mientras la cholulteca anda de campaña.
Y ya en el colmo de la “franqueza”, reconoció que la cacareada promesa de su antecesor Gabriel Biestro, de desprivatizar el agua en la capital poblana pues simplemente se quedará en el recuerdo porque el convenio con Agua de Puebla tiene tantos candados que cualquier modificación resultaría altamente onerosa para el erario.
En resumen, cárcel a las manifestantes, opacidad ante señalamientos de moches y el olvido de promesas, fueron los temas del encuentro con medios.
Vamos de mal en peor.