Después de desaparecer el Fonden, AMLO tendrá que afrontar la necia realidad y en consecuencia, por su corta visión, ocasionará que miles de mexicanos queden a la deriva, sin techo ni comida ni ayudas, tras los destrozos que causó Grace en Veracruz, Puebla e Hidalgo.

Para López Obrador, la urgencia de tener un techo o una despensa que permita paliar el hambre es relativa, de otra forma uno no se explica cómo es que salió con una sonrisa a decir que durante esta semana los trabajadores de la Secretaría (federal) del Bienestar realizarán censos en los tres estados, casa por casa y que será hasta el próximo martes, 10 días después de la catástrofe, cuando se afinen las estrategias para comenzar a entregar los apoyos.

En Veracruz hay 23 municipios con necesidades urgentes y en Puebla 64, pero para el Presidente, todos los habitantes de estos ayuntamientos pueden aguantar unos 10 días para conocer la estrategia y sabrá Dios cuántos más para empezar a recibir algún tipo de apoyo.

Ya lo decía ayer por la mañana el propio gobernador Miguel Barbosa, los apoyos, como la justicia, si no son expeditos no sirven.

Si se conocía del riesgo de este meteoro, si fue posible prever su impacto en Veracruz, su trayectoria en Puebla y su paso por Hidalgo, resulta increíble que no se haya solicitado a Protección Civil un reporte de las afectaciones estimadas y peor aún, que cinco días después de los daños, López Obrador siga con su demagogia y sin responder a los llamados de urgencia.

Para las familias de la Sierra Norte que han perdido sus pertenencias, su casa y hasta algún familiar, resulta indignante que el Presidente presuma en la mañanera que operarán su programas clientelares como lo hizo en Tabasco tras las inundaciones, porque, como él mismo lo reconoció minutos después, en esa ocasión se presentaron enormes retrasos.

Ante este gobierno federal, burocrático e ineficiente, Miguel Barbosa realizó una solicitud para apurar la ayuda, algo similar a lo que se hacía cuando se pedía la declaratoria de emergencia, sólo que ahora, ante la inexistencia del Fonden, uno se cuestiona si realmente los programas de ayuda llegarán en tiempo y forma.

Sería muy necio y hasta inocente afirmar que el Fonden resolvió todos los problemas causados por desastres naturales, pero es un hecho que contaba con reglas de operación claras y una bolsa de recursos que se podía disponer de manera inmediata. Sin duda, la existencia del Fonden suena bastante mejor que la improvisación actual. ¿O no?

Miguel vs Manuel

Una parte de las afectaciones es la relativa a la falta de luz en municipios de la sierra Norte, al respecto Manuel Bartlett, director de la CFE engañó a AMLO y le aseguró que 90 por ciento de los daños ya se habían reparado, y que —casi casi— estaba completamente restablecido el servicio.

Más tardó en decir sus mentiras y publicarlas en Twitter que en llegar la respuesta.

El propio Miguel Barbosa le puso las cosas claras y le afirmó que en Puebla al menos la mitad de los daños seguían sin ser atendidos, 31 municipios continuaban sin luz hasta la mañana de ayer y en 34 más el servicio de energía eléctrica era intermitente.

Estos y no otros, son los datos reales, pero Bartlett como buen representante de la 4T no sabe o no quiere hacer las cuentas reales y prefiere vivir en un mundo alterno.

Cómo buen cuatrotero, Manuel tiene otros datos.

Qué conveniente.