Hoy, sería un día en el cual, si pudiera salir corriendo fuera de mí, lo haría con mucha alegría.
La bronca está en que no tengo fuerza ni para escribir, mucho menos para salir corriendo.
Así es que tan sólo me queda por hacer de tripas corazón y pensar que estoy en otro lugar, menos aquí. Quizá sería el campo en donde me gustaría pasar esta tarde, por desgracia, no creo ser el único que está pasando por este tipo de nudos; es muy probable, que a tu manera estés viviendo y padeciendo algo por el estilo.
El mundo ha cambiado radicalmente, ni siquiera el campo es lo mismo, ese campo que destruimos, que contaminamos, que llenamos de edificios, basura y deforestamos sin piedad alguna, sin darnos cuenta de que el campo, así como el mar y el aire que respiramos son vida. Si agregamos a esto el estrés emocional que vivimos, creo que tengo razón, dan ganas de salir corriendo.
Seguramente este estrés sea el resultado de lo que hemos sembrado, ¡ya ni llorar es bueno!, diría mi compadre, el flaco.
No queda más que hacer de tripas corazón, seguir adelante y ver con un poquito de optimismo lo que vendrá…mañana será otro día.