El pasado viernes en una ceremonia muy concurrida e interesante, tomó protesta la administración municipal de Puebla capital para el trienio 2021-2024.

Interesante porque lo que ahí sucedió tiene varias lecturas para la reflexión.

Llamó la atención la cantidad y el peso político de varios de los invitados especiales: el expresidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, Miguel Ángel Osorio Chong, Miguel Ángel Mancera, Alejandro Armenta, Nancy de la Sierra y otros ocho o diez senadores. Los presidentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano. Melquiades Morales, Enrique Doger y Blanca Alcalá por parte del PRI. Diputados federales de varios partidos, dirigentes y legisladores locales de los partidos que conformaron la coalición que llevó al triunfo a Eduardo Rivera Pérez. Además, el arzobispo, rectores, empresarios y directores de medios de comunicación.

También estuvieron los máximos representantes de los tres poderes de nuestro estado: Luis Miguel Barbosa del Ejecutivo, Sergio Salomón Céspedes del Legislativo y Héctor Sánchez Sánchez del Judicial.

Fue una muestra de músculo político incluyente. De las relaciones que Rivera Pérez ha ido tejiendo con el paso del tiempo y que, inevitablemente nos llevan a pensar en que también el viernes fue un inicio simbólico en el camino a la gubernatura en el 2024.

El discurso del gobernador mandó un mensaje de cordialidad que pocas veces hemos visto por parte de Barbosa Huerta. Ofreció su ayuda, apoyo, diálogo, trabajo conjunto, reuniones constantes. Bromeó con el presidente municipal y advirtió mano dura para los expresidentes recién salidos que hayan dejado cuentas pendientes.

Por su parte Eduardo Rivera planteó 20 acciones en diversos campos que deberán ofrecer resultados en los primeros 120 días.

Llaman también la atención algunas ausencias, Genoveva Huerta, Clemente Gómez y Mónica Rodríguez Della Vecchia, del grupo del PAN y contrario al del presidente municipal entrante. No estuvo tampoco Alejandro Alito Moreno, presidente nacional del PRI, en momentos en que la coalición Va por México enfrenta serios problemas de cara al 2024. No asistió la flamante rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, ni hubo algún representante de la Universidad de las Américas Puebla. Sin que fuera sorpresa, pero también se sintió la ausencia de Tony Gali y Luis Banck.

Como ya se dijo en este espacio, la ceremonia del viernes confirmó que se percibe una nueva época de mayor trabajo coordinado y conciliación de los poderes de Puebla. Muchas voces apuntan a que la luna de miel durará poco tiempo y más temprano que tarde aparecerán las grietas en la relación.

Habrá que estar muy atentos.

1. Sorpresivo fue el nombramiento de Consuelo Cruz Galindo al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. No se veía venir y tiene poca trayectoria en ese ámbito. Ojalá le vaya muy bien.

2- Tres días de tregua dio el comercio informal en el Centro Histórico. Este lunes regresaron. Ahora sí inicia el trabajo fino para lograr un buen acuerdo con ellos.

3.- Poco duró la luna de miel entre Luis Alberto Arriaga y Paola Angón. ¿Qué sucedió ahí?