Ante las claras apetencias de los primos Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velasco por Morena y en la parte antagonista Eduardo Rivera por el PAN, el gobernador Barbosa muy a la callada y sin aspavientos, ha puesto nuevas cartas en la mesa del juego de la sucesión.

Para el 2024 las decisiones desde las esferas nacionales dependerán de muchos factores, principalmente de quiénes sean los candidatos presidenciales y las negociaciones que de esos nombramientos se deriven.

De ahí que Miguel Barbosa esté consciente que lo que hoy es, mañana puede no ser. Y para ello hay que echar a andar la maquinaria.

No es gratuito ver, que desde fuera de su gabinete, se vislumbre un mayor protagonismo de personajes como los dos líderes de los otros Poderes, como Sergio Salomón y Héctor Sánchez, del Legislativo y Judicial, respectivamente.

A estos dos nuevos personajes en el juego político estatal, también se suma el nombre de Jorge Estefan quien podría ser parte de una alianza de partidos en esa eventual puja por Casa Aguayo.

Y en esa previsión que le ofrece el largo colmillo ganado con los años, el gobernador sabe que la amañada tómbola de Morena, podría ser que el Dios de la fortuna —léase Andrés Manuel—volteará las cartas del género, apagando las candentes aguas, haciendo que de la tómbola saliera la ficha rosa para que una mujer sea la candidata.

Justo ahí es en donde la burra tuerce el rabo, porque si la caballada es flaca, la yeguada es famélica.

Y ahí será interesante observar si alguna de sus secretarias de gabinete o una legisladora empieza a aparecer en la escena política para subirla al tren de la sucesión que en este momento pareciera no tener un rumbo claro ni firme.

Por lo pronto, el gobernador Barbosa deja en claro que muy a su estilo, juega desde su escritorio las fichas de la sucesión y sobre él pone y quita cartas de contrapeso para calmar los ánimos de los adelantados.

Y al final, quien —a tres años de la elección— crea que a esta baraja le quedan sólo tres cartas jugando, se podría llevar una amarga y costosa sorpresa.

Esto apenas empieza.

Debilitando al INE

Las agresiones de AMLO, directas e indirectas, contra el Instituto Nacional Electoral continúan.

El berrinche para que Morena pueda sumar firmas para la revocación del mandato a través de hojas de papel es una más de las interminables batallas contra el INE.

Si bien es cierto que no existen las condiciones de conectividad en todos los municipios del país, también es real que la discusión resulta un pretexto barato para descalificar, una vez más, al árbitro electoral.

Seamos claros, los lopezobradoristas quieren utilizar métodos a la antigüita para poder incluir las firmas hechizas, embarazar urnas y juntar los más de 2 millones de autógrafos que se requieren para mantener vigente a AMLO con una nueva y disfrazada campaña que le permita colocar a sus corcholatas rumbo al 2024.

¿A poco les creyeron que era para escuchar al pueblo?