Siete meses después de haberles anunciado el escándalo que se venía en la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), la bomba estalló.

La falsedad de declaraciones ante los tribunales federales de parte de los directivos de RUTA y de los altos funcionarios de la empresa Conduent Solutions dieron pie a que el Juez Octavo de Distrito ordenara la inmediata restitución de la concesión del transporte VTR en Puebla a la empresa Virtual Com, en un término máximo de 24 horas.

Tras lo escrito hace más de medio año, llegó la resolución judicial en la que se da por terminado un brutal saqueo a las arcas del sistema de transporte articulado, del que se advierten diferencias financieras de aproximadamente 30 millones de pesos mensuales con relación a lo que se recaudaba en el mismo período antes de que Conduent Solutions recuperara la administración de las diferentes líneas.

Hay que decir que fuentes al interior de la empresa Conduent, llevan a la figura de quien fuera el operador financiero de Rafael Moreno Valle, quien hoy aprovecha su condición de senador de la República y que sería el verdadero dueño de la empresa que explota la concesión de RUTA.

Efectivamente, todo apunta a que detrás de los socios de Conduent, se encuentra Roberto Moya Clemente, quien fuera el principal operador de Moreno Valle y hoy senador panista.

No hay que olvidar que al arranque del sexenio barbosista, el gobernador ordenó rescindir la concesión de RUTA a Conduent Solutions, tras descubrir los excesos de esta empresa.

Sin embargo, la habilidad del ahijado chiapaneco, Florencio Madariaga, provocó que se le restituyera la misma tras un supuesta negociación con Moya y Conduent.

A partir de ese momento, el saqueo ha sido brutal, al grado de que Madariaga controla no sólo la concesión, sino todos los servicios de proveeduría, seguridad, auditorías, análisis y un sin fin de negocios que engloba dicha concesión.

Habrá que ver en qué termina esta película de terror.

Las obras faraónicas, tres Doritos después

Ahora que el gobierno impulsa una fuerte campaña de turismo, muchas de las obras morenovallistas volvieron al ojo del huracán.

Para nadie era un secreto que atracciones como el MIB, el Teleférico o la Estrella de Puebla sólo sirvieron para hacer negocio y para que Rafael tuviera pretextos para fotografiarse y promocionarse.

En Intolerancia Diario documentamos durante el morenovallismo, el despropósito que resultaba la edificación de “la Ruedota”, el daño ambiental que se generó al cerrar el aviario, la insensatez de colocar un Teleférico para atravesar una avenida y la necedad de edificar un museo, cuando las mejores representaciones Barrocas del estado, se encuentran precisamente en el Centro Histórico de Puebla.

De ahí que aun cuando el anuncio sobre el informe de las irregularidades despierta curiosidad, esperamos que además de enlistar los sobrecostos, la poca o nula utilidad social de esas atracciones y otros “detallitos”, nos digan cuáles han sido las acciones legales que ya se han tomado, cuántas investigaciones están en proceso y si realmente se sancionará a quienes fueron los responsables de autorizar el millonario desfalco a los poblanos.

Es obvio que no se le podrán fincar responsabilidades a Moreno Valle pero ojalá se pueda sancionar a aquellas firmas nacionales e internacionales que a sabiendas del daño patrimonial que estaban generando, decidieron continuar con el lucrativo negocio.