Paradójico ante la exuberancia vegetal nacional, el mercado de ornato se reduce a cinco grandes fechas: San Valentín, Día de Madres, días de muertos, la Guadalupana y la temporada navideña; cada una con su representativo juego de flores y follajes de ocasión.

Un cada vez más adelantado inicio del espíritu navideño ha lanzado las decoraciones de temporada con el dúo vegetativo por excelencia: árboles de navidad y nochebuenas. El musgo navideño no debe ser parte de las tradiciones, puesto que su recolección en medios boscosos causa graves daños al ecosistema local.

Árboles de navidad son sinónimo de Chignahuapan y alrededores, mientras que las nochebuenas van con el valle de Atlixco, la zona entre Necaxa, Tenango y Nexapa… y las malas noticias.

A inicios de la administración, en el 2019, la titular del campo poblano anunciaba con ambición recuperar el tercer lugar nacional en nochebuena que ostentó Puebla tres años antes.

Los resultados fueron calamitosos, en 2020 comparado contra el año anterior, Puebla dejó de producir casi medio millón de plantas de nochebuena, una fiera caída del 20 por ciento.

Explicarse con la pandemia parecería lógico, pero basta ver los otros estados productores para echar por tierra tan chabacana teoría. Morelos, Michoacán y Ciudad de México, primer a tercer lugar, mantuvieron casi idénticas sus producciones entre ambos años, mientras que el quinto lugar, Jalisco, creció marginalmente, aunque todavía muy lejos de Puebla.

Lo cíclico del cultivo nos permitirá medir dentro de poco y de nuevo la mala manera de gastar presupuestos históricos de casi mil millones y medio de pesos por parte de la maestra Altamirano Pérez.

Heliodoro Luna pudo haber caído de la gracia estatal, pero ciertamente sabía colocar flores en el mercado de la Ciudad de México, ¿o solo eran protestantes lo sembrado en Reforma? Habrá que ver si la discípula le aprendió una u otra de las mañas.

¿CIEN o 10 mmdp a Puebla, para qué?

Semana redonda en Puebla para Grupo Salinas, conglomerado empresarial del segundo hombre más rico de México, Ricardo Salinas Pliego. El equipo de fútbol Puebla F.C., propiedad del azteco, logró hazañosamente vencer a Chivas y llegar a cuartos de final al venir de atrás en tres ocasiones, dándole una bofetada al complemento del duopolio televisivo nacional.

Además, de la mano de su heredero más capaz, Ninfa Salinas Sada, se dio el banderazo para la edición 2021 de la Cumbre de Emprendimiento e Innovación Social,  al mismo tiempo que se inauguró el Centro de Innovación, Emprendimiento y Negocios (CIEN).

El CIEN busca llevar a la realidad las ideas de poblanos emprendedores, especialmente los 300 mil estudiantes de nivel superior. Salas de realidad virtual, impresión 3D, moldeado y prototipado industrial son solo algunos de los servicios disponibles.

Este centro está ubicado en el Museo Regional de San Andrés Cholula, lugar donde también se hizo la transmisión de la cumbre, este año enteramente digital y remota, tanto por las condiciones de pandemia como por la falta de tiempo para alejar las concepciones de la Ciudad de las Ideas y Andrés Roemer.

Por otro lado, se presentó el Paquete Económico 2022 para el estado de Puebla que, aunque debe de pasar la aduana legislativa del Congreso Local, rebasa por primera vez la barrera de los cien mil millones de pesos.

Más allá de lo preocupante del abultamiento por causas inflacionarias, debemos de entender que usar el gasto en subsidios, comprar cosas para dárselas a la gente, hacen cualquier presupuesto insuficiente. No invertir correctamente tornará lugares como el CIEN en modernos elefantes blancos, esperemos estar equivocados.

Males para mezcales

El gobernador anunció brevemente la cancelación de la inversión de Casa Don Ramón, quienes pedían condiciones desmedidas para montar su planta procesadora de agaves en Tepeaca. La no llegada de una empresa abusiva es positiva, pero no elimina la necesidad de consolidar empresarialmente a los productores artesanales de mezcal. Puebla tiene todo por hacer y el tiempo apremia en la carrera por el mercado mezcalero.