Hace unas semanas, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió elevar la tasa de interés objetivo en 25 puntos base, para ubicarla en 5.00 por ciento, su nivel más alto en todo un año

Con esta decisión, el banco central argumentó que, si bien los choques que han incidido en la inflación son principalmente transitorios, el horizonte en el que podrían afectarla es incierto. “Han impactado a un amplio tipo de productos y su magnitud ha sido considerable, aumentando los riesgos para la formación de precios y las expectativas de inflación. Por ello se consideró necesario seguir reforzando la postura monetaria”.

En la conducción de su política monetaria, un banco central considera que sus acciones inciden en el proceso de formación de precios a través de diversos canales y con ciertos rezagos.

1.- Las tasas de interés de corto plazo tienden a moverse en la misma dirección que la del banco central al modificar su tasa de referencia.

2.- La política monetaria puede contribuir a modificar el ritmo de crecimiento del crédito en la economía, al afectar la disponibilidad y los términos sobre los que se contratan los créditos.

3.- Cambios en las tasas de interés modifican a su vez el precio de diversos activos, tales como los de deuda, las acciones y los bienes raíces, lo que repercute en el gasto de los hogares y las empresas.

4.- El aumento en las tasas de interés domésticas en relación con las externas hace relativamente más atractivos los activos financieros nacionales.

5.- Un incremento en la tasa de interés de referencia puede interpretarse como una acción que refuerza el compromiso del banco central con el objetivo de una inflación baja y estable.

FIBRAS a la baja

La variante Ómicron del Covid-19, las presiones inflacionarias y la incertidumbre en los mercados, ha afectado el desempeño de las FIBRAS.

Los fideicomisos de inversión en bienes raíces (FIBRAS) cerraron noviembre con una caída de 4.98 por ciento, marcando tres meses de retrocesos consecutivos y el más bajo desempeño mensual del año.

La caída en el índice sectorial de FIBRAS responde a la tensión surgida en el mercado respecto a temas como el aumento de la inflación, el inicio de alzas en las tasas de interés de referencia en el país, así como a las afectaciones que representa la variante Ómicron.

En lo que va de este 2021, el índice de los fideicomisos de inversión en bienes raíces registran una minusvalía de 6.48 por ciento, siendo noviembre el mes con la mayor baja del año, siguiendo octubre con (-3.9 por ciento) y enero con un ajuste de -3.1 por ciento.