En menos de lo que canta un gallo y sin esperar la mañanera, el Gobierno de López Obrador arremetió contra el Parlamento Europeo (PE) y de un plumazo dilapidó años de diplomacia mexicana.
Para el “Gobierno de la República” los casi 700 integrantes del PE son unos “borregos” y personajes “desinformados” que se dejan engañar por “la oposición”.
Al Presidente se le olvida que los hechos son reales, que la muerte de siete comunicadores en lo que va de este año son datos que no aceptan el debate ni siquiera porque él tenga otros datos.
A los europeos que exhortaron al gobierno de la 4T para que “garantice la protección y la creación de un entorno seguro para periodistas y defensores de los derechos humanos”, la respuesta fue tan visceral como si se tratara de un pleito entre borrachos.
El rencor de AMLO nuevamente quedó a flote con frases con las que acusa a los europeos de la “conquista” y de guardar “silencio cómplice” en gobiernos anteriores cuando, a su decir, se violaban los derechos humanos.
El arrebato del Presidente de México, que se suma a una larga lista de agravios a países Europeos, entre ellos España, llegó horas después de que los eurodiputados emitieran un comunicado en el que advierten que «la retórica de abuso y estigmatización genera un ambiente de agitación incesante contra los periodistas independientes».
También dejan claro que las llamadas mañaneras y “la retórica populista del presidente López Obrador” denigran e intimidan “a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas”.
Si tanto le duele a Andrés Manuel que desde el otro lado del charco le recalquen que «México es desde hace mucho tiempo el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra», que haga algo, que accione los mecanismos de protección, que deje de agredir sistemáticamente a la prensa, que rompa con la impunidad y corrupción que impera en su gobierno.
El peligro de mantener a Obrador en la Presidencia nos continúa afectando a todos los mexicanos, ¿qué busca?, ¿romper relaciones con el viejo continente, cerrarnos las puertas justo cuando los granos y los energéticos se dispararon por el conflicto entre Rusia y Ucrania, tomar partido?
¿Y después de la bomba?
Pasaron minutos, horas y hasta el cierre de esta edición el responsable de la diplomacia mexicana, Marcelo Ebrard no se había pronunciado sobre este comunicado que firmó el “Gobierno de la República”.
Cómo continuará la relación con Europa, hasta dónde llegarán las consecuencias de los arrebatos del hombre que gobierna con las vísceras, cuánto perderemos los mexicanos en esta inútil guerra…
Son dudas que por desgracia pronto veremos resueltas.