Con la novedad de que el secretario del Trabajo en Puebla, Gabriel Biestro en su afán de seguir como simpatizante de López Obrador ahora defiende lo “barato” que es la gasolina en México, donde por cierto, seguimos esperando que el litro llegue a los diez pesos como lo prometió Ya Saben Quien.
El exdiputado compartió en su Facebook una tabla comparativa de los precios de las gasolinas en el mundo. Una infografía manoseada y cuchareada por el Gobierno de la República.
La imagen compara el precio del litro de combustible con los costos en países del llamado primer mundo como: Hong Kong, Noruega, Dinamarca, Suecia, Países Bajos y Finlandia.
Lo que ni Biestro ni el gobierno de la 4T informan es que en esos países el salario mínimo supera por mucho el monto que las leyes mexicanas establecen.
Tampoco señalan que el PIB de cada uno de esos países rebasa al nacional y ni hablar del crecimiento económico que presentaron, incluso en los años de pandemia.
Por ejemplo en el cuadro se señala que en Noruega el litro de gasolina cuesta 57.39 pesos mexicanos, o sea casi el triple de lo que cuesta acá, pero a Biestro se le olvidó un punto importante, y él como secretario del Trabajo debería saberlo. El monto del salario mínimo allá es de más de 2 mil euros mensuales, algo así como 45 mil pesos, mientras en México es de 5 mil 160 pesos, es decir, una novena parte de lo que obtiene un trabajador como mínimo en la isla.
Si usted ganara lo mismo que un trabajador noruego, es decir, nueve veces más de lo que hoy cobra, ¿le molestaría pagar el litro de gasolina a 57 pesos?
Estoy seguro que la respuesta sería un no rotundo y contundente.
En los demás países de la Unión Europea que señala la 4T en su tabla, el ejemplo se repite. En el caso de los Países Bajos, la ley marca como mínimo mil seiscientos euros, ahí el litro de gasolina cuesta 48.76 pesos mexicanos. Sobra decir que comparada con su poder adquisitivo, su gasolina resulta más barata que en México, si se comparan las capacidades de compra en cada país.
Y un dato más. Mientras en México, el inquilino del Palacio Nacional insiste y se aferra a los combustibles viejos como el carbón, en Noruega apuestan por las energías limpias al grado que será el primer país en dejar de utilizar vehículos que funcionan con derivados del petróleo. Las unidades utilizarán el hidrógeno para sanear el aire y para ello ya se están abriendo estaciones de servicio para abastecer a los vehículos con ese combustible limpio. Mientras acá apostamos a un Tren Maya que funcionará con carbón y refinerías como Dos Bocas.
Por cierto, ¿cuántos de los miles de procesos laborales de los heredados por el anterior sistema ya habrán sido solucionados?
Porque si mal no recuerdo, eran más de 20 mil los trabajadores que esperan una solución a sus demandas.
Tristemente, las prioridades del secretario del Trabajo están puestas en lavarle la cara al mentiroso de Palacio Nacional, en lugar de resolver las montañas de juicios pendientes en su oficina.