Hannover, ciudad capital del estado alemán de la Baja Sajonia, fue uno de los centros industriales más relevantes para el Estado nazi. Tanques, metalurgia, refinación de hidrocarburos y, muy importantemente, el proveedor de llantas de la Alemania nacionalsocialista. La marca Continental tiene origen allí. Por eso le hará sentido que la ciudad fuera destruida por bombardeos aliados y, posteriormente, ocupada por tropas británicas.
Para recuperar y jalar el potencial industrial y armamentístico a su molino, los británicos organizaron la Hannover Messe (Feria Industrial de Hannover), atrayendo al público con sándwiches de cebollas y pescado encurtido, platillo inaccesible para la población en general por los racionamientos tras la Segunda Guerra Mundial.
Hoy es la feria industrial más importante del globo, enfocada en tecnologías de punta y el desarrollo de nuevas industrias. Aunque el evento va a medio gas por la pandemia, apenas la mitad de los expositores con dos mil 500, las motivaciones están por los aires. En mayo, la Unión Europea asignó 300 mil millones de euros de presupuesto para independizarse de los combustibles fósiles –particularmente los rusos– adoptando nuevas innovaciones energéticas.
Se imaginará lo importante de la presencia aquí, y México no es principiante. La edición de 2018 fue inaugurada por Enrique Peña Nieto y la entonces canciller alemana, Angela Merkel. Entonces quince entidades fueron invitadas, Puebla comandada por dos azarosos nombres: Raúl Oropeza Casas y Roberto Trauwitz Echeguren.
En esta edición tuvimos a Puebla, Querétaro, Jalisco, Nuevo León y Aguascalientes, además de la cada vez más ominosa presencia castrense de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), e, indirectamente, Guanajuato.
Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, fue a inaugurar el pabellón como arranque de su gira de trabajo por Europa, buscando usarlo de trampolín publicitario político. Jalisco concretó inversiones por seis millones de dólares para ampliar la capacidad productiva de empresas alemanas automotrices en la entidad. Nuevo León confirmó la construcción en Monterrey de una nueva planta armadora de vehículos eléctricos con Siemens.
La SEDENA, a través del general Javier Sandoval Dueñas, buscó atraer interesados a la Feria Aeroespacial México 2023, intentado levantar los sinsabores de haberle arrebatado el evento al estado de Querétaro para llevarlo –por supuesto– al nuevo aeropuerto Felipe Ángeles en la base militar Santa Lucía.
Guanajuato fue a confirmar su posicionamiento. Repetirá por cuarta ocasión como sede de la versión local de esta feria industrial, la Hannover Messe de México y América Latina, además de robarle al D.F. la tercera edición de Solar Power México, la feria líder para la industria fotovoltaica en el país, y llevarse el Ecomondo México, la primera edición del evento líder en Europa dedicado a la transición ecológica y la economía circular.
Puebla tuvo presencia a través del subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Guillermo Malpica, y el director de la Agencia de Energía del Estado, Ermilo Barrera. Se documentaron una quinteta de reuniones con empresas de relevancia, pero, al momento, no existen declaraciones de mayores acuerdos, convenios o alianzas. Por el bien de nuestra entidad esperemos algún campanazo en prontas fechas, pero las condiciones se miran harto complicadas.
Puebla poco puede pelear contra estados que exprimen su cercanía con la frontera o puertos marítimos, su mano de obra estable y capacitada, la existencia de robustos polos de desarrollo, o cadenas de suministro industriales diversificadas. La gran apuesta del gobernador Miguel Barbosa de energía barata y sostenible, vía los gasoductos de Tuxpan y los parques eólicos y solares, fueron enterrados gracias al presidente y su visión energética. Hay que planear más para que el futuro, que siempre llega, nos alcance en el orden correcto.
