El dicho de que no hay peor ciego que quien no quiere ver, una vez más se cumple con el vergonzoso caso de Nacho Mier.

Se esperaría que tras una semana de distancia, el delegado de Morena en Durango tuviera la capacidad de reconocer que la imposición que realizó su partido en aquel estado, junto con su nula operación política y electoral, generó la estrepitosa derrota.

Pero no, para el soberbio diputado, todos son culpables de sus pésimos resultados menos él, quien era el responsable de los triunfos –o derrotas- de Morena en ese estado.

En una entrevista realizada ayer previo a su desayuno con morenistas en Toluca, Mier dio una más de sus desafortunadas declaraciones.

En menos de dos minutos negó que las fracturas que ocasionó en la militancia de Durango fueran uno de los factores que influyó en la derrota del partido de AMLO en ese estado.

También contradijo al presidente y reconoció que el Estado, el que representa a nivel federal Andrés Manuel, haya perdido el control de territorios: “Allá quien gobierna son los grupos criminales que quisieron condicionar a los compañeros del Movimiento (Regeneración Nacional)”.

¿Pues no decía el presidente que la denuncia sobre el control de algunos territorios por el narcotráfico en el país, realizada por la DEA, era una mentira?

Entonces, ¿el presidente es un mentiroso?

Tan grave que el crimen organizado controle territorios del país, como que contradiga a su jefe político.

El oriundo de Tecamachalco también soltó otra frase que lo desnuda: “Durango tiene una circunstancia muy especial. De todo lo que nos han señalado, realmente es una cortina de humo”.

Está claro que, regresando al inicio, Nacho Mier va de mal en peor y cada vez que abre la boca, aunque sólo sean 73 segundos termina por meter las cuatro patas.

Mientras Mier da “clases” de soberbia y mientras no sea capaz de reconocer los errores en los que ha caído, difícilmente podrá aprender algo y avanzar.

¿Con esas cartas-credenciales podrá aspirar a algo en 2024?

Yo confío en que no. Los poblanos ya tuvimos bastante de gobernantes llenos de soberbia, pero veremos y diremos.

Los urgentes llamados a la FGE

Tras la diligente actuación de la Fiscalía General del Estado en el Caso Monzón muchas mujeres han visto la oportunidad de revivir sus denuncias que llevan años archivadas.

Con sus variantes, pero en general se trata de agresiones físicas como golpes, jalones y mordidas. También hay casos de violaciones, agresiones sexuales y amenazas de muerte.

En todos los casos las víctimas piden que procedan las denuncias en contra de quienes en un momento se sintieron “poderosos”, amparados por la impunidad o con influencias para evitar la justicia.

La cárcel y la reparación del daño son parte de lo que se exige y con urgencia, sin embargo lo que ellas más desean es que ninguna otra mujer viva las agresiones que sufrieron.

Ojalá que estos sean nuevos tiempos en la procuración de justicia y esas denuncias olvidadas puedan desempolvarse y volverse prioridad antes de que sea, lamentablemente, demasiado tarde.