Hace una semana, en esta misma columna les pedía Despierten a doña Elsa tras un choque vial en donde se vieron involucradas dos unidades del transporte público, en la Rivera Anaya, dejando 17 personas lesionadas.

Otro accidente –con unidades del transporte público- se registró el lunes 18 de julio, cuando se publicó esa columna. En esa ocasión 14 personas resultaron lesionadas por la imprudencia de los conductores de la Ruta 44-A y 25.

Ayer una unidad más de la citada Ruta 44-A chocó y dejó como saldo a ocho personas lesionadas.  

¿Cuántos lesionados más se necesitan para poner un manotazo sobre la mesa?, ¿cuántas muertes estamos esperando antes de retirar las concesiones?, ¿acaso alguien ya quedó coludida con los transportistas y por eso no los molesta ni con el pétalo de una rosa

Son preguntas que saltan cuando vemos que los accidentes entre unidades del transporte público son tan constantes, mientras que la secretaria de Movilidad y Transportes, Elsa Bracamonte, está más ocupada en la repartición de despensas que en el reordenamiento del transporte público.

Foto: Especial
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El fin de semana, la secretaria que dijo que los pobres también son personas, aprovechó para reunirse con mujeres en lo que fácilmente podría confundirse con acciones pre-pre-electorales.  

Si lo que busca es ser candidata, bien haría Elsa Bracamonte en evitar el uso de recursos públicos para su lucimiento.

Foto: Especial
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No los vamos a pelar

De muy buen humor y en tono coloquial, pero firme, el gobernador Miguel Barbosa, dejó ayer en claro que no cederá el control del sistema de salud estatal a la federación.  

Tampoco pelará la intentona de AMLO para erradicar del país los hospitales psiquiátricos. Contrario a ello, en Puebla se invierte en la remodelación del centro conocido como El Batán

Durante la entrega de la primera fase de la remodelación del hospital psiquiátrico de la capital, tanto el gobernador como el secretario de Salud, José Antonio Martínez, recalcaron que en el estado no se cerrarán los espacios de atención mental, demostrando con ello, además de la independencia de gobiernos, que es mucho más importante la salud de las y los poblanos que permitirle a López Obrador que destruya el sistema médico de Puebla, que ha servido de ejemplo nacional.  

La defensa del sistema de Salud pareciera una batalla menor, pero se trata nada más y nada menos que de los espacios donde siete de cada 10 poblanos se atienden.