Un verdadero infierno es el que andan sufriendo los pitufos camoteros, luego que se armara la choncha entre la dipu federal, Genoveva Huerta, y el secre general del partido, Marcos Castro, en las pugnas internas por los mentados consejos panistas.

Y es que como espuma de agua puerca, la jaladera de pelos entre ambos militantes ya se les está saliendo de las manos, y amenaza con escalar tan lejos que ninguno de los dos terminará bien parado, y menos si de candidaturas hablamos.

Así como lo leen, mis valedores, resulta que mientras la Geno le anduvo haciendo a la chillona en el Tuister, con que policletos de Tlaola la echaron de patitas a la calle de una asamblea pa’ ser consejera por órdenes de su patrón partidista, pos éste no se quedó con las ganas de replicarle.

En meritita chinga, el Marquitos Castro se apresuró a decir que nel, que nomás por sus ganas no podría ponerse a fletear a los policías de Tlaola, y menos ordenar al alcalde, Jesús Viveros Bobadilla, arremeter contra la Geno.

Es más, que el presi municipal y ella misma andaban de alegres compadres con todo y comilona incluida, y que pusiera las quejas pa’ investigar qué transa y no anduviera jugando a la influencer polaca, y más cuando ganó el mentado consejo.

La Netflix, como es normal entre pleitos de pitufos, los reclamos y desmentidos no quedaron ahí, pos el chismerío llegó a los oídos del mismísimo mandamás de El Alto, quien de pasada le dejó unos consejitos a la Geno pa’ que se pusiera las pilas y dejara el papelón de víctima.

De entrada, que denunciara en la Cámara de Diputeibols cómo la habrían tratado y, de plano, si se brincaron su fuero, que estallara la bomba, faltaba más, faltaba menos.

Y pos ya encarrilados, tremendo “jalón de orejas” el que se llevó la dirigente estatal, Tití Díaz de Rivera, por andar permitiendo chicas escenitas, y más contra mujeres.

Se viene lo mejor del novelón panista y más cuando todo llegue a oídos del CEN, pos la misma Geno no se cansó de presumir haber estado en la Comisión Permanente.

¿Será que se habrá dado su chance pa’ rajar canela de todo este desmadrito con su líder nacional, Marko Cortés, aprovechando que lo tenía bien cerquita, y no esperar pa’ luego?

¿O de plano con el presi de la Mesa Directiva, allá por San Lázaro, Santiago Creel, con eso que andaban casi, casi, en la misma mesa, digo, pa’ terminar de reventarla, como acostumbra en el Tuister?

No vaya a ser que tanto chisme de la Geno sea pa’ ir estirando la liga por una méndiga candidatura.