Es probable que ayer se haya iniciado una de las mayores batallas que enfrentará la sociedad poblana.
Por un lado, la legisladora Mónica Silva, acorde a lo que ha planteado desde que inició la diputación, presentó una iniciativa para reformar nuestras leyes.
El ajuste es concreto, quizá un par de palabras, pero el fondo es mayúsculo: se busca establecer en las leyes locales que la vida no se reconozca desde la concepción.
Esta modificación permitiría entre otras cosas, avanzar en la despenalización del aborto que tanto han reclamado los colectivos feministas, los defensores de derechos humanos y de paso cumplir con un adeudo legislativo, que como ya lo reconoció el propio gobernador, Miguel Barbosa, se tiene desde hace tiempo.
La legisladora aprovechó la oportunidad para refrendar su compromiso con los derechos que a pulso han ganado las mujeres y de paso para recordarle a los panistas dos verdades, una de ellas, que los programas de asistencialismo y salud para las mujeres que decidan ser madres ya existen.
La otra realidad es que la iniciativa que presentó el Grupo Parlamentario del PAN, calca de la propuesta de la diputada América Rangel de la Ciudad de México, contraviene la sentencia de la SCJN que declaró inconstitucional que las Constituciones estatales reconozcan la vida desde la concepción.
Y es ahí dónde le reitero que la batalla entre los llamados pañuelos verdes y los pañuelos azules podría reavivarse.
No sería la primera ocasión que ambas posturas opuestas se enfrenten, ya en la legislación pasada, donde Morena se había comprometido a respaldar el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, los grupos de ambos frentes se vieron las caras tanto en el Parlamento Abierto que se realizó como en diferentes comisiones, cuando se discutían las iniciativas que, al final, se quedaron en la congeladora.
Esta vez la historia podría ser muy distinta, no sólo por el reconocimiento del Ejecutivo con la deuda social, si no porque cada vez la presión social es más fuerte para que se cumpla con la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Puebla reconozca la Interrupción Legal del Embarazo.
Confiemos en que además de un debate de altura y de cumplir con su palabra empeñada, los diputados puedan enriquecer las iniciativas y se garantice, además del #AbortoLegalYa, que existan los mecanismos de salud pública para que las mujeres que decidan interrumpir sus embarazos cuenten con un sistema que las respalde y que no las criminalice.
La tarea no es sencilla, pero el escenario está puesto. ¿Lograrán los diputados atender esta demanda básica de Derechos Humanos?
Veremos y diremos.