Desde 2019, las propuestas que ha enviado AMLO a los diputados como presupuesto federal han recortado dinero en rubros prioritarios, para el desarrollo del país y aumentando el gasto en los programas clientelares.

Este año la propuesta del presidente tiene el mismo error que los años anteriores y que ha llevado al país a mantenernos sin crecimiento, más allá del tema de la pandemia.

Nuevamente se recortan recursos para dependencias como Salud o Educación y se volverá a incrementar la partida para Bienestar o las obras faraónicas del inquilino de Palacio Nacional, como Dos Bocas o el Tren Maya.

Aunque se ha documentado que la construcción de la refinería es un verdadero despropósito, tanto porque se inunda con facilidad como por el sobreprecio que estamos pagando, la necedad de Andrés Manuel contará con el presupuesto necesario para seguir con el capricho presidencial.

En pleno año electoral y contrario a cualquier lógica, el INE, instituto encargado de organizar los procesos electorales de 2023 y el arranque de las federales de 2024, sufrirá un recorte presupuestal por más de 4 mil millones de pesos.

Y justamente en ese escenario, el presidente y sus huestes de la 4T proponen que se aumente el presupuesto para Bienestar, la dependencia desde donde salen todos los cheques, transferencias y pagos en efectivo de los programas clientelares de López Obrador, como las becas, pensiones y apoyos directos.

El incremento en la dependencia consentida de López Obrador se da incluso pese a los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la falta de claridad y transparencia en el uso y la entrega del dinero público.

En otras palabras, pese a que hay elementos para presumir corrupción y compra de votos y conciencias a través de la dependencia, la 4T apuesta por darle más dinero y quitárselo al árbitro electoral.

Esta queja es sólo una del ciento que diputados de oposición han presentado en San Lázaro con la intención de que sus pares de Morena tengan el suficiente valor para hacer cambios en el PEF 2023, sin embargo, al igual que los años anteriores, la lucha parece estéril, pues al ser mayoría simplemente desechan las propuestas, ignoran las razones presentadas y cumplen con la encomienda de aprobar el proyecto tal cual viene.

La gravedad de esta cerrazón morenista la hemos pagado año con año. Los subejercicios en áreas como seguridad o la falta de recursos etiquetados para contingencias ante desastres naturales y hasta para la compra de vacunas y medicamentos, son parte del caos que enfrentamos con el lopezobradorismo y que una vez más habremos de padecer durante todo el año que viene.

El riesgo es enorme, porque el daño a la economía nacional así como el rezago social que se está generando al regalar dinero y no crear condiciones de desarrollo, nos cobrará una enorme factura en un futuro no muy lejano.

Pero eso, está claro, a los diputados de Morena, simplemente les vale un cacahuate.