En las últimas semanas el gobernador Miguel Barbosa se ha posicionado como el líder de la 4T en la entidad, ha mostrado que, en este momento, tiene los hilos para dirigir y llevar a buen puerto la elección de 2024 en Puebla. Son tres los acontecimientos actuales que muestran su organización.
Después de que al inicio del sexenio se habló de un distanciamiento entre Andrés Manuel López Obrador y Barbosa Huerta, habrá que observar a detalle los resultados de los últimos meses que están fortaleciendo el proyecto, que en algunos casos incluye la reelección.
En el estado, se demostró con las marchas de ayer y de una semana anterior, que hay un jefe político que cuenta con el manejo de la estructura en Puebla, herramienta indispensable para ganar o hacer perder cualquier elección federal o estatal.
Recordemos que tras la fuerte movilización que aglutinó la oposición para exigir que el INE no sea eliminado, como propone el presidente Andrés Manuel, el primer mandatario en reaccionar promoviendo una marcha de apoyo a la Reforma Electoral, fue el propio Barbosa.
Días después AMLO anunció en su mañanera que se apropiaba de la idea y que la caminata se realizaría en la emblemática avenida Reforma de la Ciudad de México, justo en el cuarto aniversario de su arribo al poder.
Dígamos que la idea le cayó como la pandemia Covid, “como anillo al dedo”.
Durante esa marcha de apoyo a AMLO, el presidente se abrió paso para llegar hasta donde estaba el gobernador y lo saludó. Hasta ahí llevamos dos estampas.
Un gesto más de la sana relación que hoy viven ambos políticos -para bien de los poblanos- es el reciente anuncio del director general del IMSS, Zoé Robledo, sobre la inversión de 10 mil millones de pesos para cuatro nosocomios en la entidad.
De esa manera la federación agradeció y retribuyó la lealtad de Miguel Barbosa al proyecto lopezobradorista. Aunque una segunda lectura nos dice que el gobierno federal también habría intentado “sobornar” al gobernador para que acepte el convenio de Bienestar que se había negado a firmar ante la falta de respaldo financiero y de insumos que mantiene el gobierno de AMLO.
Aunque en la política hay una fotografía distinta cada día, las imágenes que se han presentado en las últimas semanas muestran en dónde están los afectos y quiénes -como Nacho Mier- se van quedando a la deriva.
En la federación tienen claro que si quieren conservar la mayoría de diputados en el Congreso de la Unión deben analizar con cabeza fría, quiénes cuentan con los hilos de las estructuras.
En la marcha de ayer se mostró el músculo y quién tiene la gente necesaria para garantizarle votos a la federación, algo que se antoja como una misión imposible para Nacho Mier quien cree que por encender un árbol navideño en la Junta Auxiliar de la Libertad tiene en su bolsa a los morenistas de Puebla.
Pese a todo, la elección del 2024 transita por la carretera barbosista, en el entendido de que un capricho desde Palacio Nacional puede descarrilar el tren morenista.