No podría hablarse de otro tema en esta semana. El fallecimiento de Miguel Barbosa Huerta –como gobernador de Puebla en funciones– dominará los tiempos y espacios políticos de nuestra entidad por largo tiempo.  

La defunción de un ser humano siempre es una tragedia familiar, aunque su condición como cabeza del ejecutivo estatal aumenta su impacto social. A esto es imposible alejarle la turbulencia del ejecutivo estatal poblano. De 2017 a 2024 –en apenas 7 añoshabremos tenido nueve figuras en el máximo puesto político

Estos constantes cambios son fuentes de inestabilidad para el desarrollo y consolidación de proyectos, por lo que es relevante lo que dejó el gobernador Barbosa en términos del campo

El desarrollo rural y agropecuario fue un objetivo prioritario de esta administración, situación que se observó nítidamente en el homenaje póstumo del día de ayer, en Casa Aguayo. Ahí, María del Rosario Orozco –hoy viuda de Barbosa– hizo una elogiosa mención a la Secretaría de Desarrollo Rural estatal y su titular, la ingeniera Ana Laura Altamirano. Esta fue la única mención a título personal

Sin duda las prioridades del gobernador se podían palpar en el presupuesto, donde el campo llegó a quintuplicar el tamaño de las partidas en administraciones pasadas. Tan solo para el 2023 el Congreso local avaló colocar 1,380 millones de pesos a la Secretaría de Desarrollo Rural

Este importante incremento presupuestal no se vio reflejado en un aumento significativo del producto interno bruto del estado. Del 2020 al 2021 las actividades primarias (agricultura, ganadería, pesca y alimentación) crecieron tan solo 1.3 por ciento; las actividades industriales crecieron más del doble de ese número

Claro, el gobernador se fue a la tumba contento sabiendo que el campo de Puebla aportó por primera vez 4.8% del PIB estatal, pero la cifra es alevosamente falsa. Se quedó a más de seiscientos millones de pesos de alcanzar ese número, en 2020. Para el 2021, que es el periodo que recién informó el INEGI, la participación fue aún menor

Un orgullo personal del gobernador era el trabajo hecho en el café, donde la secretaria Altamirano le reportaba que del ’19 al ’22 la producción había incrementado un fantástico sesenta por ciento. Desdichadamente es una tremenda ficción que la cafeticultura de Puebla haya empatado con Veracruz, pero así era lo reportado al gobernador

Los intereses y preocupaciones del hoy finado gobernador eran honestos, dignos y bien intencionados hacia el campo poblano, razón por la que quien escribe esto se sumó convencido a su proyecto a inicios de sexenio, y abandoné –agradeciéndole la oportunidad– al darme cuenta que en vez de reinar la rectitud, la austeridad y la honradez, reinaban la desvergüenza, la mediocridad y la codicia

Hoy ya no está con nosotros el primer gobernador de izquierda de Puebla. Faltará ver el destino de su legado –como la completación de su ambicioso proyecto reforestador– pero por mientras, descanse en paz

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¡Felices fiestas

En Resabio tomamos una pausa de fin de año, regresando en enero y deseándole felices fiestas