¿Qué habrán visto en las altas esferas nacionales de Morena para dar un golpe de timón a la gira y los mensajes que entregó Adán Augusto durante su última visita a Puebla?

Cuando se anunció que vendría, Nacho Mier y sus secuaces, aseguraban que la visita serviría para levantarle la mano, que la reunión en su honor terminaría por convertirse en el anhelado y soñado destape del suspirante menos rentable de Morena.

Pero algo pasó. La sensatez se atravesó.

El primer gesto fue el espaldarazo tan sólido que la federación envió al gobernador, en voz del titular de Gobernación.

Las palabras de respaldo para Sergio Salomón Céspedes Peregrina resonaron con acciones, que en breve conoceremos.

Ese respaldo robustece electoralmente al gobernador quien sin duda tendrá voz y voto en la selección del o la candidata a sucederlo, muy probablemente también de veto.

En la otra pista de baile, la fotografía en donde Adán Augusto levanta la mano de los dos primos Mier rompió el plan de Nacho y colocó los cartones parejos para Alejandro Armenta y el coordinador de los diputados de Morena.

La reunión que había soñado e imaginado Nacho Mier simplemente se le apestó.

Algo debió suceder en México para que a pesar de que todo estaba programado para utilizar la gira en Puebla para ungir a Nacho Mier, las cosas se le enredaran al suspirante, al grado de que terminó por salir en la misma fotografía que su mayor adversario.

¿Será que el presidente Andrés Manuel ya se enteró de la clase de fichita que es el oriundo de Tecamachalco?

Al buen entendedor… pocas palabras

Ayer el gobernador Sergio Salomón soltó un par de verdades que era necesario poner en la mesa, una de ellas recalca que la seguridad de cada municipio es responsabilidad de los alcaldes.

Aunque no podemos negar que existen delitos del fuero federal y bandas que van mucho más allá de los límites territoriales, lo cierto es que muchos alcaldes simplemente abandonaron una de sus principales responsabilidades y se tiraron a la hamaca.

Ojalá presidentes municipales como Pedro Tepole en Tehuacán o Pepe Márquez en Zacatlán hayan escuchado el llamado, se sacudan la modorra y comiencen a trabajar en estrategias para controlar la violencia en sus demarcaciones.

Depurar las corporaciones municipales, dotar de capacitación, herramientas y sueldos competitivos a sus policías son algunas de las tareas con las que podrían comenzar.

Reforzar acciones de prevención al delito, detonar torneos deportivos y realizar eventos culturales que cohesionen a la comunidad en lugar de promover la impunidad, son otras de las recomendaciones.

¿Atenderán el llamado o se harán los sordos?

Veremos y diremos.