El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), está en riesgo de quedar como si no existiera, en el limbo, como lo quería el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la comisionada presidenta Blanca Lilia Ibarra Cadena, aguerrida como la conocemos en Puebla, está metiendo la presión, tanto política como jurídicamente, al lado de sus compañeros del organismo garante de la transparencia en el país.
Le explico.
El pleno del INAI, debe estar conformado por siete comisionados, pero en este momento hay solo cinco integrantes, debido a que dos terminaron sus periodos.
Próximamente quedarán cuatro comisionados, por los mismos motivos.
El retraso en los nombramientos de los sustitutos es por el Senado de la República, que preside otro poblano, Alejandro Armenta.
Por ley, para que haya cuórum, en el pleno del INAI debe haber por lo menos cinco integrantes.
Por lo tanto, no podrían sesionar.
Así de simple.
Y aunque no quisieran, a pesar de todas las trabas, hasta el momento el INAI no está inhabilitado.
Han trabajado incluso más de 40 sesiones desde que concluyeron la gestión los dos integrantes el año pasado.
Con estas dificultades, se ha mantenido la agenda con el Sistema Nacional de Transparencia, atendiendo cada semana resoluciones e inconformidades.
Actualmente los cinco comisionados han trabajado a marchas forzadas.
Desde el año pasado el legislativo emitió la convocatoria para los dos comisionados, además de que se realizaron todos los procedimientos de las comparecencias, donde quedaron 13 finalistas, 7 de ellas mujeres.
Pero ahí se congeló, no ha avanzado, al parecer por orden de ya saben quien.
Ahora, desde el primero de febrero el Senado inició su periodo ordinario de sesiones, en el que debería concluirse el nombramiento sumamente atrasado, para completar al colegiado del INAI.
Y es que todo se va a dificultar más para el INAI, ya que el 31 de marzo concluirá sus funciones el comisionado Francisco Javier Acuña, por lo que se emitió apenas otra convocatoria más.
Todo con las prisas de que lleguen los tiempos.
En caso de que no se designen a los nuevos titulares del INAI antes del último día de marzo, no habrá cuórum mínimo legal para sesionar.
Si no hay designaciones, al estar establecido en el artículo 33 de la Ley Federal de Transparencia, que se requiere un mínimo de cinco integrantes del pleno, incluyendo a la presidenta, quedaría en el limbo legal el organismo.
Aunque podría continuar atendiendo otras funciones de socialización del derecho, capacitaciones, de la agenda de transparencia, no podrían sesionar, que es lo más importante de su labor, porque ahí se frena a la opacidad de los sujetos obligados.
Por lo tanto, el INAI ya trabaja y explora, distintas acciones y rutas jurídicas para que en caso de que no se den las condiciones legales, con el apoyo de áreas técnicas atender las afectaciones a sus funciones.
Incluso podrían interponer una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por la omisión en que podría caer el Poder Legislativo.
Hasta una juez federal ya ordenó hace unos días a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado reactivar el proceso de designación de los dos comisionados que quedó en suspenso desde abril de 2022, por lo que deberían acatar la instrucción esta semana.
Sin embargo, aún nada es claro.
Ahora todo está en manos de los senadores de que el INAI continúe normalmente sus funciones.
¿O se harán guajes para debilitarlo?
Tiempo al tiempo.