La necedad de Andrés Manuel López Obrador para imponer como candidata en el Estado de México a una mujer que está asociada con conceptos como corrupción e impunidad, es también una apuesta para conocer qué tanto pesa la marca de Morena.
El inquilino de Palacio Nacional considera que basta su respaldo y la marca de Morena para hacer ganador a cualquier candidato o candidata, como sucedió en 2018, cuando la ola lopezobradorista arrastró a figuras desconocidas o innombrables a cientos de puestos de elección popular en el país.
Delfina Gómez es recordada por adueñarse del 10 por ciento del salario de 472 trabajadores de Texcoco, también por entregar 253 millones de pesos a una empresa señalada de saquear PEMEX y por generar, con decisiones como la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo y cambio de planes educativos, el mayor retraso educativo de nuestro país.
Con esas pésimas credenciales, los mexiquenses han cambiado sus preferencias electorales y comienzan a inclinarse a favor de Alejandra Del Moral. La candidata aliancista comenzó la carrera con más de 20 puntos abajo en las encuestas y las últimas mediciones se coloca a 5 puntos de distancia de la morenista.
De continuar con esa tendencia, Del Moral comenzaría su campaña, el lunes 3 de abril en un empate técnico, con lo que se cerraría aún más la elección en el Estado de México.
Del resultado electoral del próximo domingo 4 de junio, dependerá -además del estado de ánimo- la estrategia que tome el tlatoani para las candidaturas en 2024.
El experimento en el Estado de México le dirá a López Obrador si su marca y nombre le alcanzan para imponer a quien sea como candidato y ganar una contienda cerrada o si, por el contrario, el cúmulo de actos de corrupción asociado al color guinda, así como las puntadas presidenciales comienzan a pesar en el electorado.
El voto de castigo, se sabe por casos como el del 2000 y 2018, es tan fuerte que puede darle el triunfo a un candidato simplemente por evitar que el otro gane. Posibilidad que deberán evaluar los estrategas de AMLO de cara al 2024.
Si Delfina Gómez gana el Estado de México, López Obrador podrá imponer a su corcholata, Claudia Sheinbaum para sucederlo, con altas posibilidades de retener la Presidencia de México.
Por el contrario, si la maestra pierde, Andrés Manuel tendrá que reconsiderar quién podría ser un mejor candidato para sucederlo y entender que si quiere que Morena siga en el Palacio Nacional deberá cambiar de corcholata.
De ahí que la elección del Estado de México, tenga un componente más explosivo que de costumbre.
¿Podrá Delfina mantener la delantera o será vencida por su propio pasado?
Veremos y diremos.