En medio de la pugna para elegir al candidato de Morena a la gubernatura surgen algunos nombres que por el trabajo en tierra que han realizado en los últimos años podrían convertirse en “el tercero en discordia”.
Además de Alejandro Armenta, Nacho Mier, Julio Huerta, José Antonio Martínez y los que se sigan sumando, el delegado del Bienestar, Rodrigo Abdala pronto aparecerá en las encuestas.
Actualmente poco se le ha medido entre los cuestionarios que consume el círculo rojo, pero después de los años que lleva al frente de la delegación que reparte los programas del Bienestar, es natural que salga bien evaluado.
Su trabajo a nivel de tierra y su indiscutible relación de amistad con el presidente Andrés Manuel, serán dos elementos que pesarán bastante en la famosa encuesta, con la cual Morena definirá a su candidato a gobernador en Puebla.
A diferencia de otros perfiles que presumen cercanía con López Obrador, Abdala no sólo es requerido en Palacio Nacional para evaluar programas o avances profesionales, también es invitado a cenas y reuniones familiares; situación que ninguno de los otros suspirantes puede igualar.
La corcholata del Bienestar
En el posible escenario de que Morena y sus aliados decidan que en Puebla apostarán por una mujer para tratar de retener la gubernatura, Lizeth Sánchez, al igual que Rodrigo Abdala, podría sorprender a figuras que hoy ya han sido medidas por las encuestadoras como: Claudia Rivera Vivanco, Olivia Salomón o María Luisa Albores.
La secretaria estatal del Bienestar suma a su trabajo en tierra, entregando los apoyos sociales, la buena relación que mantiene con el gobernador Sergio Salomón y con el líder nacional del PT, Alberto Anaya.
A su favor también está la opción -real- de que Morena acceda a entregarle una de las nueve gubernaturas que se disputarán el próximo año en el marco federal.
Con ese contexto, el Partido del Trabajo sabe que puede apuntalar a Lizeth Sánchez, quien es considerada hija política del profesor Anaya.
Si actualmente ni Rodrigo ni Liz aparecen en las encuestas que circulan entre los políticos se debe a que no les han medido, pero sin duda que en breve ambos tendrán que ser incluidos en los estudios demoscópicos y con ello, las corcholatas que hoy se sienten más que seguras, podrían comenzar a preocuparse.
Bienestar, tanto la delegación a cambio de la federación, como la secretaría estatal, son la versión moderna de lo que por años fueron Sedeso y Sedesol y ya sabemos que de esas siglas surgieron muchos candidatos.
¿Se repetirá la historia en tiempos de la 4T?
Veremos y diremos.