Cómo andará la tembladera de piernas rumbo al 2024, que aún faltando varios meses pal’ encontronazo, los partidos ya andan aplicando la “desesperada” pa’ tratar de buscar cuadros que medio les echen la mano y no terminen haciendo el ridículo.
Y es que como acostumbra la chiquillada, cada que San Juan baja el dedo, no pierden la oportunidad pa’ tratar de llevar a su molino cualquier advenedizo que busque vivir del erario.
Mientras algunos ya se quiebran los dedos pa’ que las canicas les alcancen, no faltan quienes se hacen los machines y demócratas y presumen abrir las mentadas puertas.
Pos cómo no, si entre que las vacas andan bien flacas y las ñáñaras no dejan de hacer agua con nomás quedarse en la calle en el 2024, la operación “chapulines” ya está en marcha.
Y si no me creen, banda, nomás hay que marcar cómo le anda jugando el Partido Verde cemitero, pa’ atraer como miel a las moscas a cuanto politicucho quiera hacerse el digno y oler a “leña de otro hogar”.
Es más, mis culebras, a ojo de buen cubero, a la de a Wilbur se nota el riesgo de abrirle las puertas a cualquiera, nomás pa’ figurar a lo bruto y rescatar un puñado de votos en el mentado 2024.
O qué, ¿a poco se van a rifar controles chingones de candidaturas, bien afiladitos, sacados de punta y al tiro, pa’ que no se infiltren malandros y sujetos de dudosa procedencia?
Si a esas vamos, ¿se van a comprometer a mandarlos a volar si les salen “trapitos al sol” o resultan verdaderas fichitas, como ha sido en elecciones pasadas, mis carnales?
Si nadie quita cantar a lo sabroso que las puertas del Verde se abrirán a todos los que “coincidan con los valores”, nel, por ahí no va la cosa, banda, los dichos se tuercen cuando deben aplicar los zapes y jalar las orejas “de a devis”.
Y es que la prueba de fuego del Verde será tener cuadros fuertes y que llenen los papos con candidatos de altura, que no sean producto de la casualidad y menos de las rechifladas dudas.
De ese tamaño el encargo que se le viene a los del tucanazo.
Pitufos y los golpes de pecho
Ya que andamos encarrilados, donde no para de revolotear el agua es en el PAN camotero, donde extrañamente las justificaciones comienzan a ser tan comunes, como los mismísimos aguaceros.
Pa’ muestra un botón, si ya andan cacareando que pa’ los que tengan dudas en sus meras entrañas, hay militantes reales, “100 por ciento, no fake”.
¿Como por qué habría de ser diferente, mis valedores, y menos tener que salir al quite de jurar y perjurar que nel, nada de bots pitufos?
Al contrario, si mensajitos de esta clase a la de a Wilbur hacen dudar del músculo panista, y voltear en el padrón partidista, mis culebras.
¿Se imaginan si no fuera así?
Ahí se las dejo al costo.