Para cuando esté leyendo estas líneas el escenario político nacional se habrá definido para el 2024 con la certeza de los candidatos presidenciales más relevantes, amén de lo que haga Movimiento Ciudadano.
A pesar de lo importante que es mirar hacia adelante en política, es aún más vital andar protegiéndose las espaldas. Y eso tiene nombre: fuero. O al menos un Congreso de la Unión controlado para evitar un juicio político. Estas fechas nos han demostrado que MORENA peligra en retener mayorías en las cámaras.
La actual secretaria federal del medio ambiente y recursos naturales, María Luisa Albores González, es un gran ejemplo de los riesgos que corren los actuales funcionarios ante una posible derrota del partido guinda. Y de lo relevante que es tener fichas y la voluntad del presidente para acceder a un puesto con fuero para la siguiente administración. Aunque eso signifique para generar canicas el correr un tramo de la carrera por la candidatura a la gubernatura de Puebla. Algo que Albores no ha declinado personalmente y cobra fuerza una semana sí y la otra un poco menos. El factor de género y su “ADN puro morenista” juegan mucho a su favor.
Hace un par de semanas Albores González fue parte de una denuncia contra la Secretaría de Bienestar, de la cual fue titular previamente, por un quebranto de seis mil millones a través de programas sociales. La acusación –puesta ante la Fiscalía General– no fue presentada por algún miembro de la bancada opositora, pero por la diputada morenista Inés Parra, representante de la poblana región de Ajalpan. Eso sí, la denuncia puesta por su correligionaria palidece ante las 65 en las que Albores se ve señalada en los procedimientos iniciados por un grupo de diputados de oposición a inicios de mes.
Un hilo conductor entre las denuncias es el programa Federal de Sembrando Vida, que este año tiene un robusto presupuesto de ¡37 mil millones de pesos! y es una ficha importante en los cruces de la política y lo agropecuario.
Una de las herencias que quiere dejar la joven secretaria de gobernación Luis Alcalde es la inscripción del programa en la Constitución. Temas como la militarización de la Guardia Nacional, reducción de edad de jubilación y las pensiones de discapacitados pintan una reforma constitucional complicada.
Donde la política también se mezcla importantemente con lo agropecuario es en la Cámara Alta, donde el poblano Alejandro Armenta salió de la presidencia de la mesa directiva del Senado por la vecina Ana Lilia Rivera. La senadora tlaxcalteca representa una de las visiones más radicales del agrarismo mexicano, que es un gran atributo cuando colaboras con el EZLN, no tanto cuando México entra al conflicto del maíz transgénico en el marco del tratado de libre comercio.
La población y el voto rural se han diluido hasta un mínimo porcentual histórico, sin embargo, siguen siendo un quinto de la población nacional. Si suma lo vocales que suelen ser, su rol fundamental en la alimentación, y la cantidad de dinero casi imposible de rastrear que se les canalizan a través de programas sociales y entenderá la relevancia de mantener estas posiciones políticas a costa de todo.