La semana pasada, con la emisión de la convocatoria de Morena comenté las dudas y algunos de las lagunas que se presentaban. Unas horas antes de que comenzara el periodo de registro fue necesario hacer un addendum.
Este agregado esclarece algunas cosas, pero no cambia la enorme posibilidad de que dos de los suspirantes ya tengan su sitio asegurado en la encuesta final, a través de la votación de los consejeros estatales de Morena: Julio Huerta y Olivia Salomón.
Y para garantizar que las dos mujeres y los dos hombres que entregue Puebla al nacional sean realmente del grupo mayoritario del Consejo Estatal, los 120 consejeros estatales, de los 151 que lo componen, habrán de ser hábiles y dividir sus votos a manera de que las cuatro propuestas (dos hombres y dos mujeres) sean justamente del equipo que tiene mayoría.
Es decir que, de los 120 votos, en el caso de las propuestas masculinas, la mitad sean para Julio Huerta y la otra mitad para Alejandro Armenta.
En el caso de las mujeres, si 60 de los consejeros estatales se apuestan por Olivia Salomón y otro número igual por Liz Sánchez, quien entraría como propuesta del PT.
Si realmente el Consejo Estatal lo quiere puede echarle la caballería a cualquiera de las corcholatas ya sea para incluirlas en la famosa encuesta o bien para dejarlos fuera, en esta primera etapa de las precandidaturas. Tienen el poder para hacerlo.
En este supuesto, habremos de entender que la federación tiene dos Ases y que pueden, sin mayor problema, agregar a cualquier perfil que deseen. Ahí pueden apuntar a Nacho Mier, a Rodrigo Abdala, a Claudia Rivera e incluso a la propia Liz Sánchez.
Durante hoy y mañana se registrarán las corcholatas con verdaderas posibilidades de ganar la candidatura y también figuras que simplemente realizarán el procedimiento “por la anécdota”.
Y como escribió Felipe Flores en su columna Soliloquio de este fin de semana, todo este proceso de Morena, desde el registro hasta la selección inapelable, pasando por las encuestas, las votaciones del Consejo Estatal y la inscripción de perfiles desde la federación, son simplemente un juego, uno como el de la “bolita”, donde nos engañan a todos con la verdad.
…“Entre tanto vericueto, casi imposible creer que no habrá interferencias. La habilidad de quien esconde la pelotita es ilimitada y si acaso consultará la ratificación, el aval –desde luego– de quien ya desde hace días posee el magno bastón de mando.
“Todo concertado tras un juego en el que todos caben, pero uno solo (¿una sola?) ganará.
“Eso de que el pueblo decide luce más como una utopía, una expresión maquiavélica cuyo único objetivo es engañar con la verdad”.
Hasta aquí la cita.